La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha defendido este martes que medidas "intermedias" como el toque de queda pueden tener un "impacto positivo" en la lucha contra la pandemia del coronavirus en el objetivo, además, de evitar llegar a la última medida, decretar el estado de alarma, a la que, según ha reconocido, no se quiere volver porque tiene "efectos secundarios a todos los niveles".
Por este motivo, Casado no ha descartado la opción del toque de queda, tras los ejemplos de París, en Francia, o Melbourne, en Australia, si bien ha hecho un llamamiento a que, si se aplica finalmente, sea coordinado y aplicado de la misma forma en todo el país desde la advertencia de que no puede empezar a las 21.00 horas en un territorio o a las 22.00 en otro, por ejemplo.
"Esta consejera ya lo planteó en el anterior Consejo Interterritorial", ha asegurado Verónica Casado que ha explicado que al tratarse de una medida que limita derechos fundamentales se tiene que articular desde el Gobierno de la nación.
No obstante, la consejera castellanoleonesa ha insistido en que es "muy importante" cumplir y respetar las medidas que ya están en marcha desde el convencimiento de que no sirve de mucho poner en marcha medias restrictivas si no se realizan "las básicas y fundamentales". Del mismo modo, ha diferenciado la situación de Castilla y León, por su diversidad y extensión, con la de comunidades como Navarra donde se ha apostado por el confinamiento perimetral de toda la autonomía.
"Esto es muy grave, lo que nos está pasando no es banal", ha sentenciado esta médico de profesión que ha vaticinado que la segunda ola de la pandemia del coronavirus va a ser larga, probablemente superior a la primera, y con un posible pico más alto.