El deficiente estado de conservación de la iglesia de San Saturnino de Carrias hace que la portada renacentista, que corresponde a la pieza mejor conservada y con interés histórico, corre grave peligro. El delegado de Patrimonio de la Diócesis de Burgos, Juan Álvarez Quevedo aclara que la única posibilidad de mantenerla a salvo es trasladarla hasta el templo nuevo, situado en la parte baja de la localidad burebana. Sin embargo, el eclesiástico se pregunta quién se hará cargo de los gastos que tal actuación requiere, y manifiesta que la institución religiosa «no dispone de capacidad económica» para ello.
El delegado, consciente de que el Ayuntamiento ha solicitado en varias ocasiones llevar a cabo dicha acción recalca que «nosotros no somos los que otorgamos tal permiso, sino la Junta». El templo, que presenta un estado ruinoso y lleva hundido casi cuatro décadas, necesita una cantidad desmesurada de inversión para su rehabilitación, que tanto el regidor del pueblo, Emilio Vadillo, como Álvarez Quevedo descartan.
La iglesia, al no estar catalogada como Bien de Interés Cultural, no cuenta con el apoyo de la administración regional que es en estos casos «la que concede los permisos de reforma o traslado de alguna de las piezas», declara el delegado. Hace años, tanto él como Miguel Ángel Ortega, el aparejador de la Diócesis, visitaron el conjunto monumental compuesto por la iglesia de San Saturnino y la Ermita de Nuestra Señora del Campo, incluidas en la Lista Roja de Patrimonio de la Asociación Hispania Nostra y vaticinaron su final. «Solicitamos a la Junta el cambio de situación de la portada y desde que nos lo denegó no hemos vuelto a tratar el asunto, tampoco con el alcalde», concluye.