«Una vergüenza, un jarro de agua fría, una tomadura de pelo o una decepción» fueron algunos de los calificativos que ayer vertieron responsables políticos tanto locales como nacionales tras conocer que Burgos no albergará el Centro de Estudios Penitenciarios, en el que se impartirá formación complementaria para los funcionarios de prisiones. Finalmente, se irá a Cuenca, confirmándose así lo que era una secreto a voces.
El secretario general de Instituciones Penitenciarias (IIPP), Ángel Luis Ortiz, natural de esa ciudad, dio ayer a conocer la decisión durante su comparecencia en la Comisión de Interior. En su intervención Ortiz agradeció al resto de ciudades candidatas -Burgos, Segovia, León y Santander- los «magníficos proyectos» que han presentado.
El alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, no daba crédito a la decisión y lamentó que el secretario general ni tan siquiera se lo haya comunicado a la ciudad, máxime cuando hace unos días técnicos de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado (SIEPSE) estuvieron en la capital para supervisar algunas de las instalaciones ofertadas: «Es una vergüenza. Vinieron otra vez después de nuestra insistencia, dado que en Cuenca habían estado tres veces y aquí solo una. Lo hicieron casi obligados ya que si no estaba claro que jugaban con las cartas marcadas».
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