Goran Huskic ha pasado de ser el héroe del San Pablo a estar en la casilla de salida en tan solo un año. El 13 de junio de 2019 el club burgalés anunció su renovación por tres temporadas después de haber cuajado una campaña espectacular, siendo el noveno jugador más valorado de la Liga Endesa. Sin embargo, la película ha cambiado mucho desde entonces y este verano se le buscará una salida.
La situación del pívot serbio se ha complicado mucho en el último año. El cambio de entrenador y las lesiones le han pasado factura y todo apunta a que concluirá su ciclo tras cuatro temporadas en Burgos y pese a tener contrato en vigor. El club le ha hecho una oferta a la baja, pero no ha habido acuerdo. Además, Joan Peñarroya no le considera un hombre esencial en su esquema y no ve con malos ojos su adiós.
El interior balcánico llegó al San Pablo en LEB Oro y fue uno de los artífices del ascenso a la ACB. Muchos dudaron de su valía por la exigencia física de la máxima categoría, pero se rehizo a sí mismo y encontró la manera de imponer su clase bajo el aro a la fuerza bruta.
Su principal valedor fue Diego Epifanio y con él en el banquillo terminó por explotar. Fue un pilar básico en el juego del técnico burgalés. La campaña pasada acabó con un promedio 10.6 puntos, 5.7 rebotes, 3.3 asistencias y 14.6 créditos de valoración por encuentro. Se convirtió en uno de los hombres de moda de la Liga Endesa y la dirección deportiva comenzó a negociar su renovación en primavera para que no se lo ‘robaran’. Se lo había ganado.
Con la salida de Epi y la llegada de Peñarroya, Huskic se enfrentó a un nuevo reto. Debía convencer al nuevo entrenador. El inicio del curso de los azulones fue sensacional -siete victorias en siete partidos-, pero el serbio ya no gozaba de tanto protagonismo sobre el parqué. Partido a partido se fue entonando, pero entonces llegó una inoportuna lesión que le mantuvo varias semanas alejado de los terrenos de juego. Cuando parecía que iba a regresar, volvió a hacerse daño en un tobillo y las pruebas médicas confirmaron los peores pronósticos. Tenía que pasar por quirófano e iba a perderse el resto de la temporada, como finalmente ha ocurrido.
Durante ese tiempo, Huskic ha trabajado duro para poder volver, pero se acabó quedando fuera de la lista para ir a la fase final de Valencia. El cuerpo técnico no quiso forzarle para prevenir una recaída. Así lo confirmó él hace unas semanas a este periódico y aseguró que lo importante era llegar fuerte a la Final a Ocho de la Basketball Champions League (BCL). Sin embargo, todo apunta a que no defenderá los colores azulones en esa cita porque la desvinculación del club está cerca y ya está escuchando ofertas de otros equipos.