Tener una ocupación hace que las personas tengan objetivos, se adentren en una rutina y que se sientan realizados. Todos estos aspectos contribuyen a nuestro bienestar, pero no es menos cierto que un empleo también puede favorecer que una persona se enfrente a una enfermedad psicológica. Así lo mantiene la psicóloga María Jesús Álava, quien estima que la ocupación profesional está detrás del 40 por ciento de los casos de ansiedad y estrés, lo que le lleva a afirmar que «el trabajo puede ser una fuente de enfermedad», tal y como aseguró recientemente en un desayuno celebrado en Madrid con motivo del Día de la Psicología.
Se trata de un asunto peliagudo, también a nivel económico, si se tiene en cuenta que la Organización Mundial de la Salud considera que la depresión y la ansiedad serán los dos motivos mayoritarios por los que los españoles se cogerán una baja este año. Es por ello, que Álava anima a las empresas y a las organizaciones a contribuir a que sus empleados se sientan felices y, en este punto, explica que los directivos tienen un papel fundamental.
Y es que, según los datos que aportó durante el encuentro, el sector o el tamaño de la empresa no son determinantes en la situación del trabajador, pero sí lo es la actitud de quien se encuentra al mando. Por este motivo, habló de la necesidad de formar en competencias emocionales, ya que cree que «en España hay muchos malos jefes y pocos buenos líderes».
Así, subrayó la importancia de que quienes tienen personas a su cargo sepan escuchar, tomen decisiones siempre que sea necesario, reconozcan la labor de los trabajadores, estén comprometidos y que sean coherentes con lo que hacen y lo que dicen. También dió un tirón de orejas a las empresas, a las que pidió que doten a los profesionales de recursos suficientes y que favorezcan la flexibilidad horaria, porque los trabajadores valoran estas cuestiones incluso por encima de la remuneración económica.
No obstante, la psicóloga insistió en que la profesión puede ser también positivo para la salud mental de quienes trabajan en empresas y organizaciones que fomentan el bienestar de los trabajadores. En este sentido, cree que son fundamentales aspectos como el liderazgo emocional y la claridad en la definición de funciones y mantiene que si se trabaja en estas dos áreas, no solo va a disminuir o eliminarse por completo el absentismo laboral sino que, además, mejorará la productividad. Y es que, a su juicio, «la felicidad en el trabajo marcará siempre la diferencia entre un equipo normal y otro excepcional».