Que una máquina quitanieves, haga más de cien kilómetros sin «meter la cuchilla» para abrir camino tan sólo en un tramo de seis, parece de todo punto ilógico en los tiempos que corren, máxime teniendo en cuenta la tan cacareada voluntad de evitar duplicidades en las administraciones públicas, con el fin de ahorrar ante la crisis y aprovechar mejor los recursos públicos. Sin embargo, eso es lo que sucede estos días de temporal, para asombro y desconsuelo de los vecinos de varias localidades de la Sierra de la Demanda, entre los que se encuentran los de Pineda de la Sierra.
Una máquina de la Diputación realiza el camino desde Burgos capital hasta esa localidad serrana sin quitar un solo metro de nieve, pasa con la pala levantada por el casco urbano de la localidad, ante la atónita mirada de los vecinos y prosigue de esta guisa hasta el cruce de la estación ‘de esquí’ del Valle del Sol. Una vez allí, baja la cuchilla limpiadora y procede a quitar la nieve. Esta falta de lógica, se explica desde las administraciones regional y provincial por las competencias en materia de carreteras que corresponden a cada una de ellas. Sin embargo, esta actitud no se entiende por parte del contribuyente, cuando estos servicios y recursos contra la nieve se caracterizan por su escasez.
Los ayuntamientos de Pineda de la Sierra, Pradoluengo y San Vicente del Valle, son conscientes de la crudeza de este temporal, pero creen que la actuación de las quitanieves regionales y provinciales es manifiestamente mejorable, es lo que todos los días trasladan los vecinos a sus alcaldes.
En el primer caso, el de Pineda de la Sierra, la médica no ha podido acudir en toda la semana al consultorio, los padres han debido bajar hasta Villasur de Herreros a sus niños para que puedan ir al colegio, los técnicos de Agalsa no han podido desarrollar su trabajo y los establecimientos hosteleros, ponen el grito en el cielo por las continuas pérdidas que les ocasiona su aislamiento. Pero la máquina quitanieves sigue pasando con la pala levantada día tras día.
En cuanto a Pradoluengo, las enormes dificultades de accesibilidad, han sido una constante a lo largo de estos siete días. Desde su Ayuntamiento, consideran que las intervenciones de la Junta han sido escasas, y que se necesita sobre todo una apertura regular de la carretera de acceso hasta Belorado, aunque el puerto de Alarcia quedase en peores condiciones, si lo que ocurre es que no se puede llegar a todos los puntos. También se quejan los vecinos de que, en el casco urbano de la villa textil, las quitanieves no hagan ni tan siquiera un metro más de los que les corresponde en la travesía de la localidad, a pesar de que el estado de las calles complica -y mucho- andar a pie e incluso circular en coche por ellas porque los operarios municipales se ven desbordados ante la situación.
Cerrados durante días
Por último, los accesos a San Vicente del Valle, por la falta de concreción sobre su titularidad desde la carretera de Pradoluengo-Ezcaray, han estado cerrados durante varios días porque nadie se ocupaba de despejar la entrada al pueblo. Finalmente y ante tanta desidia, ha sido el alcalde, con su propio tractor, quien ha tenido que pasar la cuchilla para abrir camino y facilitar la entrada y salida de vehículos, incluidos los de reparto.
Esta incompresible situación, por desgracia, se repite año tras año pese a que siempre se habla de coordinación cuando se presenta el operativo de nevadas y nadie toma cartas en el asunto para aprovechar mejor los recursos y ahorrar a las arcas públicas un dinero que en estos tiempos de crisis seguro que viene bien para otros menesteres.