Malas noticias de nuevo para la provincia, donde ayer fallecieron cinco personas por la covid-19, todas hospitalizadas a causa de la infección. Desde marzo, han muerto en camas del HUBU, del Santos Reyes y del Santiago Apóstol 515 personas por el virus. Buena parte son ancianos que residen en geriátricos y que, a diferencia de lo ocurrido en primavera, ahora sí son derivados a los hospitales y mueren allí.
En cuanto a lo epidemiológico sí hay razones para el optimismo, ya que las incidencias acumuladas mantienen la tendencia descendente en toda la provincia. La Junta notificó ayer 133 nuevos contagios, de los cuales 93 se confirmaron en las 24 horas previas a la declaración. El resto son diagnósticos efectuados a lo largo del puente de la Constitución y aún pendientes de notificación, por lo que la provincia continúa con un total diario de declaraciones de positivos muy inferior al de semanas previas.
No obstante, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha pedido en la comparecencia tras el consejo de Gobierno de la Junta que no se baje la guardia porque las tendencias pueden cambiar en cualquier momento como, de hecho, está sucediendo en Miranda, donde vuelve a haber aumento de contagios.