La UBU necesitará medio Divino Valles para implantar Medicina

B.G.R. / Burgos
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A instancias de la Junta, la Universidad de Burgos trabaja en definir los espacios necesarios para todo el grado y no solo para los dos primeros cursos. Tendrá que habilitarse una entrada independiente

La UBU necesitará medio Divino Valles para implantar Medicina - Foto: VALDIVIELSO

La Universidad de Burgos avanza en su hoja de ruta para implantar el grado de Medicina en septiembre de 2026. Una de las partes estratégicas, y a su vez la que más apremia para llegar a esa fecha, pasa por la definición de los espacios que será necesario ocupar en el hospital Divino Valles, sede de los futuros estudios tras el acuerdo alcanzado a tres bandas el pasado febrero junto al Gobierno regional y la Diputación, propietaria del edificio. Y dentro de esa delimitación, la institución ya no trabaja en las necesidades de los dos primeros cursos, como ocurrió en un momento inicial, sino de toda la carrera, para lo que se requerirán las cuatro últimas plantas de las ocho que tiene el inmueble, es decir las que se encuentran vacías.

Este cambio de planteamiento se ha producido a instancias de la Junta, que así se lo ha solicitado a la institución académica, tal y como confirma el vicerrector de Empresa, Campus y Digitalización, Miguel Ángel Mariscal, quien respalda la propuesta de ese diseño de instalaciones para los seis años del título (el último se desarrolla mayoritariamente en el hospital) al considerar que supone «economizar costes». No obstante, precisa que se mantiene la intención primigenia de efectuar la remodelación por fases para poder hacer uso de las mismas en cuanto aterricen los primeros estudiantes.

Para albergar el grado completo, la UBU necesitará cuatro plantas, las que van de la quinta a la octava, a lo largo de las cuales se distribuirán los espacios necesarios para la docencia tanto teórica como práctica. Tendrá que haber aulas grandes y otras más pequeñas, salas de profesores, despachos, zonas de reuniones, aulas de informática y servicios como biblioteca, aulas de estudio o una cafetería. En cuanto a los laboratorios, se mantienen los de Anatomía, Histiología y Fisiología, y Biología y Bioquímica como los prioritarios para el arranque.

Eso en cuanto a las dependencias de carácter más general y urgente, ya que el resto, con el grado a pleno rendimiento, vendrán definidas en el plan de estudios que se está elaborando y que determinará las particularidades docentes y, con ellas, las de otro tipo de equipamientos. Cabe precisar en este punto que cada planta dispone de 1.335 metros cuadrados, si bien los técnicos se encuentran efectuando  mediciones precisas para conocer al detalle la utilidad de los mismos, teniendo en cuenta que cada piso, que se corresponden con las estrictamente hospitalarias, dispone de terrazas que dibujan la estructura característica del inmueble. 

Por un lado, la labor que realiza la institución en este momento en lo que a infraestructuras se refiere tiene que ver con ese cálculo de superficies y también con el estudio de la normativa en materia de seguridad, evacuación e incendios, que debe actualizarse pese a tratarse de un edificio relativamente nuevo que terminó de construirse en 1985, pero cuyas obras comenzaron en 1972. Al respecto, Mariscal explica que la futura facultad deberá contar con una entrada propia distinta a la habitual, por la que se accede a los distintos servicios asistenciales que presta el hospital hasta la cuarta planta incluida, debido, precisamente, a la llegada de ese nuevo uso académico, que implica no solo la docencia sino también la labor investigado.

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