Los grandes dispositivos policiales habían conseguido prácticamente erradicar las concentraciones de coches para realizar carreras ilegales. De San Amaro pasaron a Villalonquéjar, pero los operativos del cuerpo municipal, que incluso utilizó drones, redujo su incidencia. Hacía tiempo que no había constancia de piques entre vehículos. Hasta el pasado domingo, cuando un episodio en pleno centro estuvo a punto de terminar en desgracia. Falta mucha investigación por delante, pero el hecho de que, a priori, los dos conductores sean habituales de estas prácticas, acrecienta una teoría que ya venían manejando los agentes. Ahora ya no quedan unos cuantos amantes de la velocidad. Lo hacen unos pocos y así intentan pasar desapercibidos. 

La Unidad de Reconstrucción de Accidentes de la Policía Local sigue analizando cámaras e investigando lo acontecido el pasado domingo en la avenida de Palencia. Testigos presenciales aseguran que el Volkswagen Scirocco que chocó contra un Peugeot en el que viajaba una mujer de 62 años llevaba picado con otro coche desde la calle Vitoria.

Es más, algunas fuentes apuntan que incluso era la segunda vuelta que daban a toda velocidad por el centro histórico. Por lo pronto, la conductora afectada resultó herida grave e ingresó en la UCI, donde permanece fuera de peligro. 

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