La evidente reducción del problema de la doble fila en Gamonal, uno de los grandes quebraderos de cabeza para las corporaciones de finales de los años 90 y primeros años 2000, parece haber volteado las prioridades del barrio.
Tras los graves incidentes y la contestación vecinal de 2005 y de 2014, el actual equipo de Gobierno no plantea un aparcamiento subterráneo bajo ninguna de las dos grandes arterias, ni siquiera tras rescatar el proyecto de remodelación de la calle Vitoria que no quieren denominar bulevar, pero dentro de sus planes de actuación en el entorno ha mantenido la pretensión de construir algún garaje de gran tamaño.
Sería con precios reducidos y está por constatar su viabilidad después de otros fiascos como el que en su día se proyectó en Lavaderos por parte de la iniciativa privada, pero también el alcalde ha lanzado la idea de aprovechar las plazas vacías en los garajes en concesión construidos en los años 80. Esto sería posible mediante algún tipo de convenio con las empresas propietarias y así surgirían oportunidades en Fátima, Grandmontagne o plaza de Roma, pero a la vista de la realidad de cada noche es posible que ni siquiera sea necesario este esfuerzo, si es que realmente los vecinos de Gamonal-Capiscol ya no tienen problema para estacionar su vehículo cumpliendo la normativa.