Dado que la visita a las zonas altas de la Catedral no se pueden promover por cuestiones de seguridad y accesibilidad, el Cabildo y la Fundación Caja Rural han querido "democratizar" este recorrido ofertando la posibilidad de realizarlo a través de unas gafas de realidad virtual que ha desarrollado la Universidad de Burgos.

Desde la capilla de la Anunciación, doce personas por pase pondrán imaginarse estar sobrevolando el templo gótico en cuatro puntos concretos: la capilla de los Condestables, el cimborrio, la torre norte y la aguja sur. La experiencia no es apta para sentir vértido porque el usuario queda suspendido en el aire en estas zonas, a las que puede acercarse si se mueve por el espacio. Aunque la iniciativa es lo suficientemente satisfactoria como para intentarlo, y tener al alcance de la mano las esculturas pétreas, las vistas de la ciudad, el panorama del suelo de la Catedral desde el cimborrio o la inscripción que tiene esta obra a la altura de los ojos.

La innovación de este proyecto radica en la aplicación de la fotogrametría, una técnica avanzada que supera las limitaciones de las antiguas imágenes 360°, que solo permitían una vista panorámica estática. La fotogrametría permite escanear digitalmente los espacios y objetos, generando modelos tridimensionales extremadamente realistas, llamados gemelos digitales que se integran en la experiencia de realidad virtual, con una enorme sensación de verosimilitud y sensación de profundidad, de modo que los usuarios sentirán que exploran los espacios catedralicios como si estuvieran físicamente en ellos.

Hay cuatro zonas visitables por este procedimiento: Condestables, cimborrio, torre norte y aguja sur

Este es un proyecto pionero a nivel internacional, ya que consigue comprimir ese gemelo de resolución milimétrica, hasta hacerlo visualizable en unas gafas de realidad virtual portátil sin cables conectados a un ordenador, de modo que los usuarios tienen libertad de movimiento, por lo que el número de personas que pueden disfrutar de la experiencia simultáneamente sea mayor.

El proyecto, financiado por la Fundación Caja Rural, ha costado 60.000 euros y en él han trabajado una docena de personas desde junio.

Hasta finales de mes, esta visita virtual será gratuita para quienes accedan a la Catedral. A partir de noviembre costará 2 euros que se habrán de pagar en el acceso a la capilla de la Anunciación, donde se lleva a cabo la experiencia. Los pases duran 15 minutos y se establecerán varios horarios de mañana y tarde. Los martes por la tarde, cuando el acceso a la Catedral es gratuito, no se podrá optar a esta visita.