Del segundo curso del grado de piloto de la UBU estaba todo prácticamente dicho, pero su presentación ayer en la Escuela Politécnica sirvió para que FlyBy redoblara su compromiso con la ciudad. La escuela radicada en el aeropuerto «no se irá de Burgos», aseguró su CEO, Alejandro Álvarez, quien a su vez admitía que sus planes de expansión les obligará a mirar fuera, puesto que en la infraestructura burgalesa «hay limitaciones» que impiden que el negocio crezca en Villafría.

Hay que recordar que FlyBy quiere montar una escuela de mecánicos de aviación y, aunque no ha descartado Burgos, está sondeando posibilidades en otros territorios. 

Este año se han matriculado en el grado 24 estudiantes procedentes de países como Estados Unidos, Francia, Maldivas, Brasil, Letonia, Egipto, España, Nigeria, Costa de Marfil, Emiratos Árabes, hasta completar 16 nacionalidades. El rector de la Universidad de Burgos, Manuel Pérez Mateos, destacó la importancia de esta titulación para la Universidad y la ciudad de Burgos, además de calificar la unión con FlyBy como ejemplo de colaboración público-privada «fundamental para el éxito de un programa que proporciona la mejor educación posible a los estudiantes».

«Esta carrera se caracteriza por una combinación única de responsabilidad, habilidad y aventura, lo que requiere una formación rigurosa y un compromiso constante con la seguridad operacional», advirtió a los asistentes Ana María Lara Palma, coordinadora del grado, que destacó la «pasión del estudiantado por la aviación y el deseo de explorar el cielo» como motor para elegir esta profesión (...).

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