No existe ningún documento histórico que lo corrobore, pero la voz se ha corrido de generación en generación hasta bautizar la casa de la Plaza Mayor de Presencio, un pueblo situado entre Burgos y Lerma, como la Casa de Juana la Loca. «Es probable que Juana pernoctara aquí porque iba hacia Burgos para ver a su padre y paró en pueblos de alrededor», explica Cristina Delgado, concejala de Festejos de la localidad y figurante de la obra que se representaba este sábado por la tarde.

A partir de esta leyenda rural y del incipiente interés de los lugareños por su reina, Andrés García, de Ronco Teatro, escribió hace cinco años el guion de 'Rebeldía por amor'. Sin embargo, la pandemia suspendió las actuaciones, que no se habían vuelto a ejecutar hasta ahora, que se ha retomado el ambiente medieval con un mercadillo de productos variados y a las nueve de la noche, con la compañía del viento, un tímido atardecer de fondo y el Arco de la muralla como escenario, el mensajero de la reina ha anunciado su llegada.

Desde ese momento, el público se ha incrementado considerablemente. «La gente ha participado bastante y lo ha cogido con ganas», asegura la edil, que ha incrementado el personal de organización para regular el aforo. Algunos jóvenes comentaban que había «overbooking en Presencio», y la larga cola para entrar en la Iglesia de San Andrés, donde se ha realizado la segunda escena, era prueba de la gran afluencia.

El director corría de un lado para otro para asegurar la correcta realización del itinerario, el sonido y los actores. Con toques de humor, se deshacían en habladurías y rumores sobre el estado mental de Juana, que recorría Castilla siguiendo un féretro tras la muerte de su esposo, Felipe el Hermoso. La soberbia actuación de la protagonista, que reivindicó las penurias, los celos y los desplantes sufridos por Juana como consecuencia de la codicia de su entorno, dejó al público sin palabras. «¿Loca?¿Y quién en su sano juicio no lo es?», sentenciaba la actriz, antes de dar paso a un coloquio de dos brujas en la Plaza Mayor, donde un espectáculo de luces iluminaba la casa de la reina.

Pistoletazo de salida. Los preparativos comenzaron hace dos meses con el arduo trabajo de confección de las vecinas, que realizaron a mano disfraces, bandas y pendones para otorgar a las casas un toque medieval. Una vez entrado el verano, los 19 actores locales comenzaron los ensayos de esta obra que marca el inicio de las fiestas de Presencio, que se celebrarán a finales de agosto.