El coworking más grande del mundo, como le define el grupo de acción local Agalsa Sierra de la Demanda, sigue creciendo y a los tres espacios ya operativos en Pradoluengo, Pineda de la Sierra y Atapuerca se sumarán en los próximos meses dos más en Villasur de Herreros y San Adrián de Juarros. Los ayuntamientos de ambas localidades apuestan por destinar espacios en sus instalaciones municipales para potenciar un proyecto comarcal que tienen como objetivo atraer población a través del teletrabajo y el emprendimiento.
A su favor tienen la cercanía a la capital burgalesa, de la que apenas les separan media hora, y su patrimonio natural, a los que se añade que no son pocas las personas que en los dos últimos años se han mostrado interesadas en instalarse en los dos pueblos si se les ofrece la posibilidad de espacios para desarrollar su actividad laboral o emprender sus propios negocios, tal y como explica Javier Ortiz, técnico de Empleo y Emprendimiento de Agalsa.
Por su parte, los nuevos alcaldes de Villasur, Jaime Torres, y de San Adrián, Rafael Ganzo, apuestan por este proyecto y por las posibilidades de calidad de vida que ofrecen sus territorios, que ya en algunas salas municipales han acogido de forma esporádica a vecinos o foráneos en periodos vacaciones o fines de semana, que se han instalado para trabajar en remoto. En ambos casos, además, explican que cuentan con fibra óptica o están a punto de hacerlo para facilitar las conexiones a los interesados.
Zona del edificio multiusos de Villasur que se acondicionará para teletrabajar. - Foto: Jesús J. MatíasPor lo que respecta a los inmuebles que los ayuntamientos destinarían a crear los espacios coworking, en el caso de Villasur, incluso podrían ser dos. En principio se baraja el centro multiusos, un edificio de nueva construcción que en la planta baja cuenta con un espacio diáfano para exposiciones, charlas, teatro y demás actividades de los vecinos, mientras que la planta superior está dividida en despachos, algunos ya ocupados por la oficina de Medio Ambiente de la zona, y otros aún por amueblar y estrenar.
Estos serían adecuados para el coworking, y de hecho la anterior corporación así lo contemplaba cuando diseñó el inmueble; en todo caso, el nuevo regidor cree que para empezar el proyecto podría considerarse el emplazamiento perfecto, pero que se quedaría pequeño, ya que apenas se podrían instalar tres mesas de trabajo; de ahí que el equipo de Gobierno esté dispuesto también a habilitar otra sala en el centro cívico, un edificio más céntrico al lado de la cantina. Torres explica que en la zona abuhardillada de este edificio hay hasta cuatro mesas dobles, e incluso, se podrían instalar más, lo que posibilitaría más puestos de teletrabajo.
De hecho, el regidor plantea que el espacio más reducido del centro de usos múltiples podría destinarse a trabajadores que busquen estar permanentemente, y el cívico ofertarlo para personas que quieran utilizarlo de forma más esporádica. Torres indica que este espacio, ahora en desuso, sería muy adecuado y con capacidad hasta para unas 15 personas. Además, tiene wifi, recuerda el alcalde de Villasur que reconoce que durante el verano ha habido gente que se ha dirigido al Ayuntamiento interesada por si el pueblo cuenta con espacios para teletrabajar. Además, en breve el pueblo tendrá ya instalada la fibra óptica.
Por lo que respecta al coworking de San Adrián de Juarros, el alcalde Rafael Ganzo no tiene dudas del espacio destinado a ese uso, sería el propio edificio municipal, concretamente, una amplia sala en la planta baja en la que se podría sacar entre seis y ocho plazas de teletrabajo.
El regidor reconoce que los principales potenciales usuarios serían los jóvenes que residen en la urbanización, conformada por 50 viviendas. «Muchos de ellos teletrabajaron en sus casas durante la pandemia en peores condiciones -ya que tienen mala cobertura en esa zona- que las que les ofreceremos nosotros en el este local», añade el regidor que asegura que «si no ponemos servicios, la gente no vendrá a nuestros pueblos». Ganzo, por otra parte, conoce bien el potencial de la localidad, ya que desde hace 20 años tiene una empresa de turismo con alojamientos rurales.
Pendientes del Leader. Agalsa está pendiente de que se firme la próxima semana el convenio del programa Leader para el nuevo periodo, 2023-2027, para conocer con qué financiación pueden contar los ayuntamientos y demás entidades para sus proyectos. En este sentido, Javier Ortiz reconoce que en el caso de estos dos nuevos coworking la inversión no es alta, porque los espacios ya existen, así como las conexiones e, incluso, parte del mobiliario. «Solo habría que tunearlos e instalar en ellos los vinilos con la marca corporativa de Demanda Coworking Rural», añade.
En este sentido reconoce que económicamente son más factibles que los creados en Pradoluengo, Pineda y Atapuerca que se partió de cero. Ortiz afirma que aunque ha costado, estos tres espacios están comenzando a ocuparse, por lo que las expectativas son buenas de cara a los dos más cercanos a Burgos. Además, algún alcalde de la zona sur de la demanda también se ha interesado en crear otro espacio de teletrabajo.