El nuevo rector de la Universidad de Burgos (UBU), José Miguel García, tiene sobre su mesa el compromiso de su antecesor de implantar un campus en Aranda de Duero con Enfermería como titulación inicial. Nada más tomar posesión, García se muestra tibio con este proyecto, y aunque afirma que «no se ha descartado nada», traslada la responsabilidad al Ayuntamiento arandino para que lidere la reclamación de apoyo al Gobierno regional. «En ese tema está también detrás la Junta de Castilla y León, que debe autorizarlo y financiarlo. Es algo que también compete al Ayuntamiento, que tiene que negociar este tipo de cosas», insta a la Administración local a dar los pasos necesarios en este sentido.
Aunque reconoce que desde Aranda le han trasladado «todo el interés» de que este campus sea una realidad en breve, en las dos reuniones que ya ha mantenido el rector de la UBU con el alcalde Antonio Linaje, García no se compromete a poner fecha de apertura de los estudios universitarios en Aranda. «Nosotros no tenemos fechas porque lo primero que tenemos que saber es si vamos a contar con la financiación, con la autorización...», remarca, a la vez que pone el foco en la rehabilitación del Centro Cívico Virgen de las Viñas, proyectado para acoger este campus y que tiene pendiente conocer de primera mano. «He estado hablando con el alcalde antes de la toma de posesión y el día de la toma de posesión también. Quedamos en que íbamos a hacer una visita a las instalaciones del centro cívico, que se va a restaurar y una parte significativa va a estar preparada para el desarrollo de los títulos universitarios», añade el rector.
Donde no se muestra tan reacio a mostrar una postura firme es en lo referente a la gestión paralela del futuro campus en Aranda con la implantación de Medicina en Burgos. «El planteamiento no tiene que ser que Medicina altere ninguna otra previsión o perspectiva», remarca García, aunque confiesa que «nos va a tener es ocupados, porque va a requerir un poco de tiempo», mientras que los plantes para el campus arandino «corresponde también a la Junta», ya que considera que es una decisión «que tiene cierto carácter político y de desarrollo territorial, porque cualquier grado en un entorno, y específicamente en un entorno industrial como el de Aranda, supone un empujón al desarrollo local».
El rector de la UBU plantea también la posibilidad de buscar otro tipo de estudios que se puedan implantar en Aranda, sin dejar claro si sería a la vez o en vez de Enfermería. «Los títulos universitarios pueden ser oficiales y no oficiales y hay muchas posibilidades de trabajo con la Universidad», deja caer García, poniendo como ejemplo «títulos como los másteres propios, como es el de Tecnología de Hidrógeno que estamos impartiendo en la capital, o el grado de Piloto y otros estudios más», metiendo en la ecuación el entorno económico al apostillar que estas alternativas se pueden valorar «siempre que el tejido industrial lo requiera».