El bipartito formado por PP y Vox enfría su idea de trasladar el Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI) a las naves de Renfe y estudiará otras soluciones para estas dotaciones toda vez que el Ayuntamiento asumirá a partir de ahora la gestión en solitario de los activos del Consorcio del Desvío, cuya extinción se aprobó en el Pleno del pasado viernes.
Estos inmuebles varados, situados junto a la antigua estación de tren, aguardan una respuesta firme desde hace 15 años y la última propuesta defendida por los populares en la pasada campaña electoral ha perdido protagonismo con el paso de los meses. Aunque la idea no está descartada en este momento, las prioridades a corto y medio plazo del actual equipo de Gobierno -al igual que su margen de actuación- son aspectos ya concretados y no se espera una respuesta inmediata a esta cuestión.
Ya entonces, hace prácticamente un año, la idea se asumió como un planteamiento a largo plazo que requeriría una inversión plurianual y que dependía, bajo esas premisas iniciales, de la creación de la ciudad de la cultura y las artes proyectada por la candidatura de Cristina Ayala en Villafría. El desarrollo de esta propuesta del PP implica la mudanza del CEEI, si bien el escenario actual permite rastrear otras opciones sin prisa y con varias alternativas a considerar por diferentes áreas municipales como Urbanismo o Hacienda.
Hasta ahora era necesario llegar a un acuerdo con el Consorcio del Desvío para adquirir los dos inmuebles valorados en 3,4 millones. Para ser exactos, 1,6 millones la nave más próxima a la antigua estación y 1,8 la que se encuentra en la intersección del bulevar con la calle El Carmen. Desde el momento en el que disuelva el ente completado por la Fundación Caja de Burgos y la Fundación Cajacírculo la decisión sobre el futuro de ambas dotaciones, las cuales suman 2.400 metros cuadrados de superficie, quedará en manos de la administración local.
¿Qué puede hacer ahora el Ayuntamiento? Básicamente, retomar en el futuro más o menos cercano la idea de llevar allí el CEEI, llevar a esas dependencias algún uso municipal o vender los inmuebles en el caso de que aparezca algún interesado. Sin embargo, la experiencia dice que esta última posibilidad no parece la más sencilla de ejecutar.
Su uso está establecido como equipamiento privado de contingencia, por lo que el suelo debe destinarse a la creación de centros educacionales (academias, por ejemplo), culturales y de ocio (bibliotecas, ludotecas...), sanitarios (hospitales), asistenciales (residencias) o religiosos, así como a otros servicios públicos, ya sean administrativos, comerciales, acuartelamientos de Defensa o almacenes.
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