Constituida en el año 2018, la Red de Conjuntos Históricos de Castilla y León ha puesto en marcha el pasaporte turístico 'Asómate a nuestra vida' con el objetivo de promocionar los atractivos patrimoniales, culturales, paisajísticos, gastronómicos y medioambientales de los pueblos que la integran. Son 38 las localidades de las nueve provincias de la comunidad asociadas, entre ellas 7 de Burgos: Oña, Frías, que son socios fundadores, Lerma, Vadocondes, Gumiel de Izán, Briviesca y Medina de Pomar.
La campaña ya se ha iniciado y se extenderá hasta el próximo 24 de marzo, fecha en la que está previsto llevar a cabo un sorteo, válido para todo el año 2023 en el que se regalan 9 estancias para dos personas en otros tantos pueblos de la Red -uno por provincia-. Entrarán en ese sorteo todas las personas que hayan visitado al menos 6 de los casi cuarenta pueblos asociados, y cuenten con el pasaporte que le podrán adquirir acudiendo a las oficinas de turismo de cada uno de ellos donde se les sellará. Los carnés para poder entrar en el sorteo se remitirán antes de día 10 de marzo al Ayuntamiento de Medina de Rioseco, donde está la sede de la Red regional, al correo electrónico info@recohicyl.com o entregándolos en alguno de los puntos de información turística. El pasaporte también puede ser retirado en esa misma web, además de en las propias oficinas turísticas.
La iniciativa ha sido muy bien valorada por los alcaldes de las localidades que integran esta asociación, quienes adelantan que cualquier proyecto que sirva para ponerlos en el mapa y dar a conocer su riqueza patrimonial es «bienvenido». Así lo manifiesta Arturo Pérez, alcalde de Oña, pueblo cofundador de la Red, que añade que «todo lo que sea asociarse para defender intereses comunes es importante». Pérez valora especialmente que la Red haya sido capaz de sacar adelante su Libro Blanco con las pautas para la gestión de los pueblos. En cuanto al pasaporte, Pérez recuerda que esta iniciativa ya está en marcha en la Mancomunidad Raíces de Castilla de la que forma parte junto a Poza de la Sal y Frías, con muy buena acogida, la misma que espera tenga ahora el carné para viajar a los conjuntos históricos.
Briviesca. - Foto: ValdivielsoEl orgullo de pertenecer a la Red y presumir de su valor histórico, no impide ver algunos problemas que aquejan a estos pueblos, «que resulta caro su mantenimiento», reconoce, de ahí que pida más ayudas a las administraciones para preservar una riqueza que muchas veces está en peligro, «y que los ayuntamientos no tenemos recursos suficientes para conservar». añade el alcalde de la villa oniense.
En similares términos se expresa Jesús Briones, regidor de Gumiel de Izán, que considera que cualquier iniciativa encaminada a promocionar el turismo es positiva, de ahí que al pueblo le interesara integrarse en la Red. «Estar ahí da un plus al pueblo», añade al tiempo que invita a visitarle y disfrutar de sus resto de arquitectura medieval, de la iglesia que está declarada BIC, de sus casas blasonadas y de las bodegas, entre ellas la diseñada por Norman Foster.
Por su parte, José Luis Ortiz, alcalde de Frías que ostenta, además, el cargo de vicepresidente de la entidad, considera que para todos los pueblos es importante proyectos que los promocionen y que atraigan a gente para favorecer su economía. La localidad fredense es cofundadora de la Red y siempre se ha mostrado muy activa.
Vadocondes. - Foto: ValdivielsoÁlvaro Morales, el alcalde de Briviesca, es igualmente optimista respecto a poner en marcha campañas turísticas que divulguen a los pueblos que tienen ese atractivo histórico en sus casco históricos. Además, destaca el trabajo que se está haciendo desde la Red y la edición del Libro Blanco para gestionar las buenas prácticas de conservación de los cascos históricos así como la presencia en las distintas ferias de turismo. En cuanto a los inmuebles más visitados en la capital burebana son el convento de Santa Clara, la colegiata de Santa María, la iglesia de San Martín y el propio trazado histórico y sus cuatro palacios.
Por su parte, Miguel García, secretario de la Red de Conjuntos Históricos de Castilla y León, asegura que la creación de esta figura ha contribuido a conocer los pueblos que la integran y valorar el patrimonio y las singularidades que en su momentos les hicieron acreedores de esa declaración que, además, implica el deber de preservalos. Igualmente, García resalta los lazos que se han establecido entre los 38 conjuntos históricos regionales, las acciones que llevan a cabo conjuntamente a lo largo del año y los proyectos que se van gestionando.
Objetivos. Entre los principales fines de la misma, destaca precisamente el establecer relaciones de cooperación entre todos los municipios con dicha catalogación, promover y facilitar la puesta en marcha de proyectos de interés común, fomentar el contacto con otras asociaciones similares y colaborar, tanto con la administración autonómica como con la estatal en los órganos con competencia en la promoción y protección de los conjuntos históricos.
También se pretende incrementar la conciencia de que estos pueblos singulares son parte fundamental del patrimonio que deben ser preservados y disfrutados por las generaciones actuales y las venideras. Por último, uno de los fines es desarrollar un turismo sostenible en esos territorios.
En la consecución de todos esos objetivos se empeñan los alcaldes de cada uno de los municipios a través de la organización de actividades culturales temáticas, que incluyen ferias y exposiciones, para fomentar el intercambio de experiencias y la protección y promoción de los conjuntos, así como en los encuentros anualmente itinerante por las localidades de la Red y en la colaboración con otros conjuntos del resto del país.