Miranda ha vivido un verano tremendamente caluroso, tanto que ha llegado a entrar en el podio de temperaturas a nivel nacional durante algunas jornadas concretas. Ante esta situación, el mundo del campo ha cambiado por completo sus expectativas. En el caso del cereal, se ha cerrado una campaña desastrosa, pero en el ámbito vitivinícola las previsiones no son nada malas. Eso sí, las bodegas y marcas afincadas en la ciudad delEbro se han visto obligadas a cambiar algunos de sus planes. De hecho, la inmensa mayoría han decidido adelantar varias semanas la vendimia para evitar que el producto madure demasiado.
Término de Miranda, la bodega de chacolí que tiene sus viñas repartidas por todo el entorno de la ciudad del norte de Burgos, va a comenzar a recoger su uva blanca a finales de este mes «como muy tarde la primera semana de octubre», según explica uno de sus miembros, Javier López. Por su parte, Cachorro, la marca mirandesa de vino con Denominación de Origen Rioja, iniciará la campaña todavía antes. Sobre ello, Susana Castilla comenta que «si no es este domingo, se empezará el mismo lunes con el blanco».
Ambas industrias del sector vitivinícola están realizando constantes mediciones y creen que esos momentos se alzarán como los adecuados por el grado que ha tomado la fruta. Precisamente, tanto Término de Miranda comoCachorro esperan que la vendimia se salde con un producto de una «alta calidad» gracias a que ese calor ha impulsado la cantidad de alcohol que tendrá el vino, algo que antaño no resultaba nada habitual en el caso del chacolí.
Pese a todo, estas dos firmas mirandesas tienen ciertas diferencias en cuanto a sus previsiones. López anticipa que la producción de las viñas de Término, que llegan hasta Santa Gadea delCid, se verá un poco mermada en comparación con cursos anteriores. Según los balances preliminares que tienen en esta bodega, generará en torno a un 10% menos de uva que en 2022, cuando llegaron a alcanzar los 28.000 kilos antes de limpiar la fruta. En cambio, Castilla anticipa que sus parcelas han tenido«mucha producción» y no espera que haya una reducción con respecto a los años previos. En la zona de San Asensio, donde están las parras de Cachorro, cuenta que ha habido algunas lluvias y les «ha respetado el tiempo». Tanto es así que hasta se han visto obligados a «tirar uva, por el tema de los cupos».
Por su parte, el tinto de Cachorro, como en anteriores años, deberá esperar un poco más. La directora de la marca con matriz en Miranda explica que, cuando terminen de vendimiar las uvas del blanco, comenzarán con el resto, aunque también en ese caso será en fechas anteriores a las de campañas previas. En este sentido, calcula que darán el paso de recoger este segundo tipo aproximadamente «tres semanas después», siempre que el grado de la fruta «sea el óptimo», y aclara que lo harán de forma escalonada, ya que disponen de parcelas a diferentes altitudes.