La Sociedad de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) se hará cargo a partir del 1 de septiembre de la encomienda de gestión del Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de Cortes. Así se lo comunicaron esta semana al concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño, que se felicitó por el inminente inicio de la cuenta atrás para la rehabilitación integral de esta instalación.
En el Ayuntamiento de Burgos confían en que Somacyl pueda licitar y adjudicar las obras antes de que termine este 2024. Unos trabajos que se prolongarán durante alrededor de dos años. Es importante que no se produzcan retrasos, ya que disponer de una instalación moderna permitirá obtener ahorros a las arcas municipales desde el minuto uno.
Explicado de una manera sencilla, en este momento el Ayuntamiento envía al vertedero entre el 65% y el 70% de los residuos que recoge en los contenedores. Con la nueva planta se espera reducir el volumen de desechos que se lleven a Abajas hasta aproximadamente el 30%.
La cuenta es sencilla. Si el Ayuntamiento paga cada año por los residuos que lleva al vertedero entre 1 y 1,2 millones de euros, con la instalación renovada se podría reducir la factura en al menos 500.000 euros.
Ya no se trata solo de una necesidad económica. La Ley de Residuos y Suelos Contaminados, que entró en vigor hace dos años, establece que ya en 2025, a la vuelta de la esquina, solo se podrán llevar al vertedero el 40% de los residuos que se generan. Pero es que en 2030 será el 20% y en 2035 el 10%.
Presumen en la Concejalía de Medio Ambiente de que seguramente Burgos tendrá «la planta más eficiente de España» cuando esté renovada. La actual instalación, con más de 25 años de existencia, hace tiempo que agotó su vida útil.
El nuevo CTR exigirá una inversión de 25 millones de euros. El desembolso lo adelantará Somacyl y el Ayuntamiento lo irá pagando con un canon anual de unos 3,6 millones de euros durante los próximos quince años. En esa factura, que se disparará hasta los alrededor de 55 millones de euros, se incluirán también los gastos de gestión y de financiación de la nueva instalación.
La idea era que la encomienda de gestión a Somacyl, sociedad en la que el Ayuntamiento participa con una acción, se produjera antes, pero primero ha sido necesario resolver la subrogación del personal.
El encarecimiento de los impuestos por el depósito de residuos en el vertedero anticipan una subida de la tasa de basuras.