La rehabilitación de toda avenida Cantabria costará 2,5 millones

Á.M / Burgos
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Paga el Estado. Los fondos provienen del 'convenio de las travesías' y deben ser invertidos este año en las vías afectadas

Imagen de ayer de la avenida, ‘cosida’ a parches en espera de una mejora. - Foto: Luis López Araico

Dos legislaturas de peatonalizaciones después, en lo que toca a proyectos de mejora urbana el foco está puesto en el macroproyecto de conversión en bulevar la calle Vitoria a su paso por Gamonal, pero mientras se ultiman los detalles de esa planificación, la renovación integral de otra de las arterias más relevantes de la ciudad está a punto de salir del horno y, en consecuencia, de salir a licitación. Se trata de la avenida Cantabria y no es una obra cualquiera.

El ya mítico ‘convenio de las travesías’, que se barruntó durante años sin que se tradujera en nada tangible y que finalmente supuso el pase a manos municipales de diversos tramos de carretera que pertenecieron al Estado, implicó también el trasvase de más de 3,7 millones de euros del Ministerio de Fomento cuyo destino no puede ser otro que la mejora de estas vías para que la ciudad las reciba en plenitud de facultades. Eso, hoy por hoy, es mucho dinero.

Hasta la fecha, la única actuación encargada a cuenta del convenio ha sido la construcción de la megarotonda que gobernará el tráfico en la confluencia de Reina Leonor y Paseo de los Comendadores con la calle Valladolid (entorno de Malatos y El Parral). Costará algo menos de un millón de euros y estará terminada, si nada falla, a comienzos de verano.

Pero si el convenio no era una barra libre para decidir dónde acababan los fondos, tampoco lo es para permitir que el dinero duerma el sueño de los justos. Por acortar, el Ministerio exige que se certifiquen las inversiones antes de que termine el año 2013. Así que, como consecuencia de lo uno y lo otro, hay que ‘gastar’ más de dos millones antes de que expire el presente ejercicio. Ahora sumen lo del proyecto de la avenida Cantabria, y ya están todos los elementos en su justo orden para lanzar una inversión importante.

El proyecto

Según el plano de actuaciones previstas que pueden ver sobre estas líneas, las obras alcanzarán un ámbito de actuación de 53.000 metros cuadrados (desde Plaza del Rey hasta la glorieta Jorge Luis Borges). Se renovarán los asfaltos en los dos sentidos de la calle (34.500 metros cuadrados) y se acometerá íntegramente una nueva acera en la margen izquierda (sentido Santander), que además de ser la que más portales tiene es también la más utilizada por los peatones y la más castigada por el paso de los años.

Uno de los cambios reseñables será la eliminación de la tradicional baldosa en toda esa acera. La experiencia del bulevar ferroviario y del puente de Castilla demuestra que la baldosa es un elemento superado. Es un pavimento caro, que implica reposiciones continuas y que tiene una limitada perdurabilidad, motivo por el que se instalará una superficie continua de asfalto fundido similar a la del eje diseñado por Herzog y De Meuron. Hasta 8.000 metros cuadrados de superficie peatonal lucirán ese nuevo aspecto.

En la otra acera, con mucha menos densidad residencial y el polígono docente en el ámbito de actuación, las obras en zonas peatonales se limitarán a la eliminación de barreras arquitectónicas. El carril bici que alcanza la avenida por ambas márgenes se ‘coserá’ dándolo continuidad en la glorieta de la plaza de Bilbao, mientras que el tramo de Camino de Santiago que cruza la avenida será debidamente señalizado.

También habrá un cambio importante en la mediana, actualmente dotada de una valla. Los técnicos municipales no son partidarios de hacer desaparecer la isleta continua que disecciona toda la avenida. Consideran que constituye una ‘zona de seguridad’ importante para el tránsito de peatones, que tienen que cruzar seis carriles para pasar de una acera a otra.

Lo que sí se hará es estrecharla para que los carriles más cercanos a la línea de aparcamiento sean algo más amplios, reduciendo así el riesgo de accidentes. En lugar de césped natural se instalará uno artificial (1.400 metros cuadrados) que apenas requiere mantenimiento (lo que garantizará que no sea un terrón como el actual) y las ‘paradas’ peatonales serán de adoquín rojo.

Los plazos

La previsión del área de Fomento, que dirige el vicealcalde, Ángel Ibáñez, es «tenerlos todo terminado en la primera quincena de abril para poder aprobar el proyecto tras los informes oportunos dentro del propio mes de abril y, de modo inmediato, proceder a la licitación, que podría ser en mayo», en palabras del también portavoz del Ejecutivo de Javier Lacalle.

El objetivo no es otro que el de poder aprovechar el verano para acometer las obras, que en principio tienen una duración estimada de cinco meses. Eso permitiría cumplir con las condiciones del convenio y certificar la obra antes de que termine el año. El presupuesto estimado de licitación es de 2,5 millones de euros, algo más de 47 euros por metro cuadrados. El proyecto ha sido redactado por la consultoría Prointec, que tiene adjudicado un ‘conocido’ contrato de asistencia técnica con el Ayuntamiento.

La cifras

53.000

metros cuadrados de superficie recibirán mejoras más o menos importantes. El tramo va de Plaza del Rey a la intersección con avenida del Cid.

34.500

metros cudrados de carretera se van a reasfaltar en los seis carriles afectados y las rotondas e intersecciones.

6.300

metros lineales de bordillo deben ser sustituidos. 3.900 serán de granito en calzada y 2.400 de bordillo ‘jardinero’.

8.000

metros cuadrados de asfalto fundido y pulido ocupará la nueva acera de la margen izquierda en sentido Santander.

1.400

metros cuadrados de césped artificial se va a instalar en las nuevas medianas, sustituyendo la tierra que hay actualmente.

47,16

euros por cada metro cuadrado afectado en el ámbito de actuación es el coste de las obras. En total, y a falta de cerrar el presupuesto, la licitación se acercará a los 2,5 millones.