Esa verdadera maravilla que es el Museo de Burgos atesora infinidad de joyas arqueológicas y artísticas que lo convierten en un filón que parece no acabarse nunca. Siempre, por más que resulte difícil, sorprende al visitante, y recorrer sus estancias constituye una experiencia llena de belleza. Pero quizás una de sus estancias menos conocidas sea la biblioteca, que ocupa un par de salas en el edificio de la Casa de Miranda. Y quizás no tenga visibilidad porque es una biblioteca especializada en patrimonio cultural. Posee en torno a 9.000 volúmenes que encierran la historia de cuanto muestra el Museo de Burgos. «Es un departamento más del museo que también está abierto al público y está dirigido fundamentalmente a los temas que tienen que ver con él: historia, arte y arqueología con especial atención al patrimonio de la provincia», explica Luis Araus, director del museo.
No es una biblioteca muy grande por el hecho de ser especializada, pero cuenta con un completísimo catálogo de publicaciones. «A muchos investigadores les es de enorme utilidad», apunta Araus. Cuenta el fondo con obras bibliográficas muy interesantes, algunas de las cuales fueron donadas por la familia de Maese Calvo, quien fuera gran artista y espléndido orfebre. Así, de este legado, la biblioteca del Museo de Burgos cuenta con una edición del siglo XIX de la Divina Comedia ilustrada con grabados Gustavo Doré. «Incorporamos los ejemplares más valiosos, y esa edición es uno de ellos, pero no el único. También hay una Biblia igualmente ilustrada por Doré que es una maravilla», abunda el director del centro.
Recoleta, la biblioteca conserva el artesonado original renacentista y es atendida por Olga Ruiz, diligente y avezada bibliotecaria que constituye un lujo para estudiosos e investigadores. Conoce al dedillo cada uno de los anaqueles, que reorganiza con esmero y pulcritud. Muestra con mimo el medio centenar de libros antiguos con que cuenta la biblioteca. «Aquí se pueden encontrar obras del patrimonio cultura local, regional y universal, aunque el peso principal, lo más importante, está centrado en Burgos: su historia, su arqueología, su patrimonio. Tenemos libros y catálogos sobre artistas burgaleses, sobre fotografía, restauración, arqueología, museografía», explica.
Cuenta, asimismo, con al menos 250 títulos de revistas de arte y patrimonio, así como con todos los boletines de la Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes Institución Fernán González y una copia de todos y cada uno de los informes y estudios arqueológicos que se realizan sobre yacimientos y obras a lo largo y ancho de toda la provincia. «Aquí tenemos una copia de todas las investigaciones relacionadas con Burgos», apostilla Olga Ruiz.
(Reportaje completo en la edición en papel de hoy de Diario de Burgos)