No importa qué calle de Miranda se recorra. Da igual la zona que se observe. Es indiferente en qué muro se pose la mirada. En cualquier centímetro de la ciudad se aloja una obra de arte. Esteban Espinosa, el autor del mejor mural del mundo en octubre de 2021 y el sexto de todo el año, ha impregnado cada recoveco del municipio con su majestuosa firma. Tinte Rosa, su empresa, nació hace un lustro, pero lleva perfeccionando su técnica dos décadas.
«Mi historia es curiosa», anticipa Espinosa. Este mirandés estudió bachiller artístico y diseño gráfico en Vitoria, lo que le abrió las puertas de una empresa de eventos itinerantes. Allí se desenvolvió creando estampados para automóviles informativos, pero tras cinco años entendió que debía explorar otros horizontes y creó Tinte Rosa.
El artista no actúa como un mero «freelance». Construyó una empresa de la nada, un estudio creativo que crece cada día.
(El reportaje completo, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)