La Consejería de Sanidad acaba de publicar los datos de plazas vacantes en el sistema sanitario de la provincia, en los que se puede comprobar que la temporalidad en la enfermería se ha reducido un 43% en el último año (ahora hay 194 plazas disponibles frente a las 339 de las mismas fechas del 2023). Pero, aun así, es una merma insuficiente para conseguir reducir el porcentaje de profesionales sin situación laboral estable al 8% que pide el Gobierno. 

De hecho, dentro de este límite ahora solo está la Atención Primaria (8,1%); los hospitales aún tienen trabajo por hacer en este sentido y, sobre todo, el HUBU: las 135 plazas que podrán convocarse en el próximo concurso de traslados suponen el 17% del total de efectivos de esta categoría reconocidos en la plantilla orgánica (con fecha del pasado 16 de abril). Es el valor más alto de toda la provincia (13,3% en el arandino Santos Reyes y 15% en el Santiago Apóstol). Así, si se hace el cálculo global de la provincia se observa que hay mayor temporalidad entre la enfermería que entre especialistas médicos (14% frente a 12%, como se explica en la información adjunta). En todo caso, más de una de cada diez plazas de enfermero de Sacyl en Burgos carecen de titular estable.

La diferencia entre la estabilidad en Atención Primaria y hospitalaria se explica porque, en general, los profesionales prefieren los centros de salud, en los que no suele haber turnos ni guardias, a la rotación que caracteriza a los hospitales. Y, sobre todo, si se ejerce en una planta y no en consultas.

Aun así, el récord de temporalidad lo tienen los técnicos en cuidados auxiliares de enfermería del HUBU: con 179 vacantes sobre una plantilla de 566 efectivos. Es decir, el 31%.