Agricultores de Aranda culpan a los coches de dañar caminos

I.M.L. / Aranda
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La Junta Agropecuaria exige al Ayuntamiento que intervenga para limitar el tráfico de coches «excesivo» y a gran velocidad

Los socavones en los caminos se acumulan a causa del nulo mantenimiento y del inadecuado tráfico que soportan. - Foto: I.M.L.

«Esto hay veces que parece la M-30 de la de coches que van y vienen», asegura un agricultor mientras circula por el camino de la Alameda, uno de las 202 vías rurales que hay inventariadas en el término municipal de Aranda de Duero. El estado de la mayoría de ellas ha obligado a la Junta Agropecuaria local a levantar la voz y exigir al Ayuntamiento que intervenga en ellas, no sólo para arreglarlas sino para impedir que se estropeen a las pocas semanas de ponerlas a punto a causa del mal uso que, aseguran los agricultores, se hace de ellas.

Aunque de forma periódica se llevan a cabo trabajos parciales para allanar la superficie de los caminos, estas labores aseguran los que las transitan para acudir a sus fincas de cultivo que no duran nada.

«Hay tantas casetas, merenderos y demás que los coches circulan a unas velocidades muy altas y no sirve de nada; pueden arreglar ahora algunos, pero luego llega el invierno y los coches siguen pasando a mucha velocidad, ahí es cuándo se hacen los baches», explica Joaquín Rojo, presidente de la Junta Agropecuaria de Aranda.

Por este motivo, más allá de volver a insistir en la necesidad del arreglo de los caminos, este colectivo de agricultores reiteró ante el Ayuntamiento su petición para que se controle la velocidad a la que se circula por estas vías sin asfaltar. «Les llevamos pidiendo desde hace tiempo que hagan una ordenanza para que regulen, entre otras cosas, el límite de velocidad en los caminos, porque la gente pasa a 80 km/h», apunta Raquel de la Fuente, la secretaria designada por la Cámara Agraria para asistir a la  Junta Agropecuaria arandina.

Los agricultores acaban de completar la cosecha de cereal y han podido comprobar una vez más que, además de estar llenos de baches, estos caminos son un peligro para transitar por ellos. «Si vas con el coche no pasa gran cosa, pero si vas con la cosechadora o con el remolque cargado, tienes que ir a 2 km/h porque cualquier socavón te puede hacer volcar y perder la carga, o algo peor, eso es muy peligroso», apunta Rojo un peligro del que no están exentos tampoco los turismos.

Salvando la burocracia. Para esta campaña de recogida de cereal, desde la Junta Agropecuaria Local contrataron a una empresa para «dar un repaso a los caminos principales». Unos trabajos que se comunicaron al Ayuntamiento de Aranda, «porque son su competencia» insisten. «Si a la hora de empezar la vendimia vemos que están otra vez igual, vamos a volver a hacer lo mismo y les pasaremos el coste», avisan. 

Otra alternativa sería alcanzar un acuerdo entre la Junta Agropecuaria y el Consistorio para que fuesen los agricultores los que llevasen a cabo estos trabajos de mantenimiento «para evitar tener que llegar a los trámites burocráticos que tienen ellos» pero temen que con esta medida «tengamos que asumir una competencia que es del Ayuntamiento».  

Hace un año ya se licitaron trabajos por valor de 300.000 euros para llevar a cabo arreglos en una quincena de caminos como los de La Lobera, Lontanar, Zabala, Valdolé, Paraje Campillo, Jarbijera, Tapias Blancas o el Vado,  con una extensión de 30,5 kilómetros. Sin embargo, estas labores no se han llevado a cabo todavía «y nos han dicho que es porque no tenían gente y que lo van a hacer ahora».

Además de que llega tarde el arreglo de estas vías, el momento no es el más idóneo y, por otra parte, piden que se hagan unos trabajos que no sean pan para hoy y hambre para mañana. «Llega un momento en que se levanta tanto la base de los caminos que hay que renovarla, compactarlo de nuevo y hacer buenas cunetas porque, al año siguiente en cuanto llueva, el agua va por donde puede y estropea toda la superficie», resalta la secretaria de la Junta Agropecuaria arandina.