Uno de los nidos de águila imperial ibérica más al norte de España se encuentra en Burgos, muy cerca del límite con Palencia y a un kilómetro aproximadamente del aerogenerador número 8 de los 9 que forman el proyecto de parque híbrido Araña. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) acaba de frenarlo con una declaración de impacto ambiental desfavorable precisamente para proteger a una de las aves más escasas y amenazada del mundo, además de preservar el hábitat de milanos reales y negros, búhos, avutardas, murciélagos, desmanes ibéricos (ratas trompeteras), nutrias, cangrejos autóctonos y hasta libélulas.
El complejo de energías renovables planteado por Nicewind Partners incluye un parque eólico de 48 megavatios de potencia con 9 aerogeneradores de 220 metros de altura cada uno en Santa María del Campo y Torrepadre, además de en Cobos de Cerrato (Palencia). Se completa con una planta fotovoltaica de 24,95 MW con 46.144 módulos, en el primero de los dos municipios burgaleses.
Para evacuar la energía necesitarían una línea eléctrica de 19,7 kilómetros de longitud hasta Vallejera en parte soterrada pero con dos tramos aéreos, uno de 1.920 metros y otro de 3 kilómetros.
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