Las fuertes rachas de viento y lluvia que ayer hicieron que la ciudad estuviera en alerta amarilla hasta las 18 horas provocaron numerosas salidas de los bomberos para retirar ramas o árboles caídos pero también para asegurar parte del vallado del solar de plaza de Vega, que acabó en el suelo. Afortunadamente, la gran placa metálica que formaba parte de la puerta de acceso cayó hacia el interior de la parcela en lugar de hacia el exterior, dado que de lo contrario podría haber causado heridas a los peatones. 

Los agentes procedieron a su retirada y en el hueco que quedó colocaron un cerramiento metálico y unas cintas de plástico para evitar el acceso, dado que a escasos metros se encuentra el enorme  foso que se realizó en su día para la urbanización. 

El área de Licencias del Ayuntamiento ha iniciado un expediente para solicitar a los dueños (los particulares y el administrador concursal) que adecente el actual vallado y proceda a su retranqueo, dado que está ocupando parte de vía pública. En el Ayuntamiento consideran que, independientemente, del futuro del solar hay que retranquear la valla y mejorarla, dado que ofrece una imagen de deterioro y abandono a escasos metros de la Catedral y en una zona por la que pasan cientos de turistas debido a la proximidad de la estación de autobús.

De hecho, si los titulares de los dos solares no atienden a la reclamación, se ejecutará de manera subsidiaria por el Ayuntamiento y luego se les girará el coste (...).

(Más información, en la edición impresa de Diario de Burgos de este viernes o aquí)