La fisionomía de El Poblado de Los Ángeles, con viviendas unifamiliares, convirtió a este barrio de Miranda en el objetivo perfecto para los robos en casas. La asociación de vecinos demandó implicación y encontró ayuda en la Policía Nacional. A finales de noviembre se reunieron en Comisaría y de ahí salió el compromiso de una mayor vigilancia y también la voluntad de coordinarse, en la medida de lo posible, con los residentes ante cualquier movimiento. Como resultado, «hace meses que no hay problemas», detallan en el colectivo. La sensación también queda respaldada por los datos oficiales del Ministerio del Interior. Con el cierre del año, se evidenció un descenso del 46% en los robos con fuerza en domicilios, en comparación con 2023.
En la asociación achacan la mejoría directamente al aumento de la presencia policial. En el barrio existía la sensación de cierta impunidad de los ladrones, ya que al ser casas bajas accedían con cierta facilidad, porque denunciaban que tampoco había vigilancia. Ahora también valoran la coordinación, porque hablan de «un contacto directo» con los mandos. Eso, indican que en ocasiones facilita que la llamada resulte mucho más ágil y la respuesta de los agentes más rápida.
Al margen de este contacto, en la asociación indican que «por los robos que hubo prácticamente todos los vecinos contrataron una alarma». Eso hace de barrera disuasoria, aunque también apuntan que los residentes facilitan las grabaciones de las cámaras y «eso también ayuda a la Policía, aunque sea para realizar las investigaciones», afirman en la asociación.
Otro elemento al que han aludido en alguna ocasión en el barrio para explicar la inseguridad ha sido la presencia de okupas. En la actualidad, la casa de la calle El Olivo en el cercano barrio de Bayas está libre y sí que queda una vivienda en Los Ángeles en la que «no dan ningún problema». Pese al cambio en estos últimos meses con el desalojo judicial, en la asociación consideran que la mejoría se debe «a la implicación de la Policía Nacional desde hace un par de meses», reiteran.
Los datos criminalidad muestran esta mejoraría en Miranda. En 2023, los robos con fuerza en domicilios alcanzaron los 105 casos, por los 73 de 2024. La tendencia positiva contrasta con otros delitos contra la propiedad privada en la ciudad, ya que los hurtos se incrementaron casi un 11% y se registraron 265 en todo el año. En la sustracción de vehículos, se pasó de 17 a 18 intervenciones.