Las notas que obtiene Castilla y León en atención a la dependencia llevan años poniéndole a la cabeza del país. Hace poco más de un mes se conocieron los resultados del Observatorio de la Dependencia de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales y la comunidad autónoma apareció la primera ya que apenas tiene un 0,18% de personas en lo que esos profesionales llaman el 'limbo de la dependencia', es decir, a las que, por diferentes razones, no se les da una solución a sus demandas en esta materia. La clave de este éxito -se ha explicado siempre desde la Gerencia de Servicios Sociales- está en el buen engranaje del sistema, que implica a ayuntamientos y Diputación, además de a la Junta, y a los profesionales de proximidad, ya que es en los centros de acción social (ceas) donde se resuelven la gran mayoría de las peticiones de la población.
Por eso, si una persona mayor solicita una plaza en una residencia, en apenas tres o cuatro meses -que es el tiempo que se tarda, aproximadamente, en resolver la parte burocrática- puede estar viviendo en ella. Otra cosa es que sea un geriátrico público, que son los que más lista de espera tienen, pues sus prestaciones son mayores y, en general, tienen bastante más aceptación y demanda por parte de la población.
Así, regularmente la Consejería de Familia de la Junta publica en su página web una 'lista de reserva' de plazas en residencias para personas denominadas 'asistidas' (aquellas que necesitan ayuda para realizar las actividades de la vida diaria) y siempre -así se puede comprobar en la última actualización del mes de marzo- son las públicas las que tienen mayor número de personas a la espera.
La lista de reserva no es la que con carácter general incluye a todos los mayores que demandan una residencia (les hay que presentan la solicitud sin tener intención aún de mudarse) sino a los que han pedido un centro concreto y están en otro porque no reúnen las circunstancias que la Administración exige, que se miden por una puntuación que valora el grado de dependencia y otras características personales como la capacidad económica. El pasado mes de marzo se hizo público el listado de los expedientes con más puntos de la gente que está a la espera de acceder a las distintas residencias. En Virgen de las Viñas, de Aranda, aparecían 21; en Cortes, Burgos, y en la Mixta en Miranda de Ebro, 20, y en Fuentes Blancas, 18, todos ellos en orden de mayor a menor puntuación. Así, el interesado solo debe mirar el número de su expediente para comprobar en qué lugar se encuentra para acceder a la plaza.
La espera, una vez que se está dentro de esa lista es variable y suele rondar una media de seis meses dependiendo del lugar que se ocupe ya que va en función de las vacantes que se produzcan, bien por fallecimiento de los residentes o por renuncia de otros aspirantes, que también se dan casos: «Hay familias que una vez que su persona mayor está en un centro concertado y se encuentra adaptada prefieren no moverla para evitarle problemas», explica la gerente de Servicios Sociales, Marian Paniego.
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