Las últimas cerezas de Caderechas penden de los árboles por poco tiempo. Los fruticultores que todavía continúan recolectando el fruto calculan que terminarán un trabajo que se ha demorado algo más de lo previsto por la «cantidad de kilos que ha habido», este fin de semana. Sin embargo, el descanso apenas durará veinte días porque la mejor campaña de manzana de los últimos tiempos se adelantará, previsiblemente, a mediados de septiembre.
Las 150 toneladas que los productores pertenecientes a la Marca de Garantía esperaban recolectar se «han sobrepasado con creces», declara Juan José Gandía, presidente de la Asociación de Comerciantes del Valle, y a pesar de que las elevadas temperaturas registradas en agosto hayan mermado ligeramente el tamaño de las cerezas más tardías, la cosecha ha «superado las expectativas de todos», añade.
Los últimos kilos de este demandado fruto podrán degustarse hasta la semana que viene, y el precio se mantendrá en los cinco euros. A diferencia de las anteriores anualidades, en las que las inclemencias meteorológicas arrasaron prácticamente la totalidad del cultivo, las ramas lucieron este verano repletas de cerezas con un «tamaño perfecto para el consumo», expone el agricultor. Las ferias celebradas en Salas de Bureba, Miranda de Ebro, Burgos y Aranda de Duero fueron el escaparate perfecto para exponer y vender el producto, y de ellas salieron nuevos clientes.
La falta de lluvias en julio y agosto ha generado que ciertos frutales muestren su peor cara. Sin embargo, en el lado opuesto se encuentran los manzanos, de los que ya asoman las reinas de Caderechas. A falta de menos de veinte días para que maduren y comiencen las labores de recogida -para las que no será necesario contratar mano de obra extra- ya muestran un buen tamaño y color. Las devastadoras heladas de abril de 2023 se llevaron por delante, además de la floración de los más de 50.000 cerezos, la de los manzanos, de los que apenas sobrevivieron 400 kilos de reineta; una cifra muy inferior a la pronosticada en esta ocasión, que alcanzará los 200.000. Todo un récord si se echa la vista atrás al último lustro.
Una vez que estas se acumulen en los almacenes continuará el proceso de maduración y se pondrán a la venta en la Feria de la Manzana de Cantabrana, el 13 de octubre. Las piezas mutarán de un color verdoso al amarillo y su acidez característica se hará más notable. No obstante, muchas personas optan por ingerirlas tiempo después, una vez que se arrugan y ablandan, asadas o en compota. Al tratarse de un fruto con un proceso de madurez rápido los productores únicamente lo exportan a localidades relativamente cercanas, y el 90% se queda en el mercado burgalés y en el del País Vasco.
La nuez se salva. Los cambios drásticos de temperatura durante la primavera afectaron, pero no del todo, a los nogales del territorio, que sí traen fruta, aunque «no demasiada», avanza Gandía. Las ciruelas, las peras de conferencia han corrido peor suerte y las cosechas quedaron casi arruinadas.