El crimen de Sergio Delgado, el joven vallisoletano de 32 años que falleció en la madrugada del sábado en Burgos tras recibir un "fortísimo" puñetazo mortal supuestamente por el mero hecho de haber nacido en Valladolid, ha movilizado a las dos ciudades, que este lunes han mostrado su dolor y consternación por este homicidio que para los amigos de la víctima es un claro de delito de odio.
Con sendos minutos de silencio, solo rotos con los aplausos emocionados de los asistentes, se ha recordado en ambas capitales al vallisoletano, que había viajado el fin de semana a Burgos para celebrar una despedida de soltero, y que sobre las cinco de la madrugada fue víctima de un ataque sorpresivo, un fuerte puñetazo que le provocó la muerte casi de manera inmediata.
Los amigos de Sergio Delgado, presentes en la concentración de Valladolid, han subrayado su carácter afable, cariñoso y pacífico, "siempre con una sonrisa", han insistido, mientras pedían que el detenido la madrugada del domingo y que pasará a disposición judicial este martes, pague por lo que consideran un delito de odio.
"Si porque eres de Valladolid te dan un puñetazo tiene que ser así, es un delito de odio y no creo que se justifique de otra manera", ha afirmado una de las amigas, Encarna, quien ha insistido ante los periodistas en que Sergio "no buscaba peleas nunca, más bien al contrario, tenía un carácter muy pacífico" y "era buena persona".
Una "salvajada" bajo investigación. La investigación del crimen de Sergio Delgado continúa abierta, ha confirmado el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicolás Sen, quien ha pedido dejar trabajar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que fueron las que con sus pesquisas consiguieron determinar que lo que inicialmente parecía una caída fatal fue un homicidio.
Así lo ha recordado la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, durante la concentración a las puertas de la Casa Consistorial, quien ha calificado lo ocurrido de "salvajada que no puede volver a suceder", y que no tiene nada que ver con una ciudad de acogida y tranquila como es Burgos.
"Si realmente se confirma que se trata de un delito de odio por el origen de Sergio Delgado, lo que deseo como alcaldesa es que caiga todo el peso de la ley sobre el agresor que perpetró esta salvajada y, desde luego, también sobre las conciencias de todos los que alimentan e inoculan ese odio por una cuestión de origen. Es una verdadera barbaridad que puedan suceder estas cosas", ha afirmado en declaraciones a los periodistas.
Valladolid y Burgos son "ciudades hermanas", ha insistido, después de que la Policía Nacional haya informado de que la hipótesis que manejan como desencadenante de la agresión mortal fuera el origen vallisoletano de la víctima, de ahí que Ayala haya pedido no "criminalizar a los burgaleses".
Insultos al Burgos CF, que trabaja por erradicar la violencia en el deporte. Igualmente, Ayala ha defendido no criminalizar a la afición del Burgos CF, ante las informaciones que vinculan al supuesto agresor con grupos de jóvenes radicales aficionados, pues en el momento de su detención se le encontraron pasquines de alguna agrupación ultra, según confirmaron a EFE fuentes de la investigación.
En la concentración se ha condenado también la aparición de pintadas con la palabra 'Asesinos' en el Estadio Municipal de El Plantío de Burgos, un hecho que el propietario del club, Marcelo Figoli, considera otro ataque a una afición que ha demostrado un comportamiento "ejemplar", ha insistido ante los periodistas tras el minuto de silencio.
Figoli, quien ha recordado que la agresión no se produjo en un contexto deportivo, ha asegurado que no tienen certeza de que el detenido "tenga que ver en absoluto" con el club, al tiempo que ha insistido en que "repudian absolutamente" la agresión y se ponen al servicio de la justicia para que "no pueda participar en más eventos deportivos del club".
Las declaraciones del propietario del club burgalés han llegado después del comunicado que remitía el Burgos CF, en el que condenaba "enérgicamente" los hechos y rechazaba la violencia, dentro o fuera del ámbito deportivo; también del emitido por el Real Valladolid, del que la víctima era aficionado, que se ha mostrado "consternado y dolido".
Vox vincula el homicidio a la violencia de la extrema izquierda.Por su parte, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha vinculado este lunes con la "extrema izquierda" el homicidio de Burgos: "Otra vez la violencia de la extrema izquierda que utiliza cualquier excusa para desencadenar su salvajismo", ha denunciado en la red social X, la misma que ha usado el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo (Vox) para apuntar en esa misma dirección.
Y la alcaldesa de Burgos también se ha referido a las informaciones que recogen la vinculación con grupos ultras del entorno del Burgos CF, al insistir en que "los odios y los extremos conllevan exactamente a este tipo de situaciones, absolutamente indeseables para la convivencia".