Atribuyen 42 robos a los albaneses que arrasaron Merindades

DB / Burgos
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En un operativo conjunto de la Guardia Civil y la Ertzaintza se detuvo a 5 personas y se practicaron otros tantos registros domiciliarios en Bilbao y Cantabria. El grupo quedó en libertad con cargos ante la "indignación" de las víctimas

A la banda de albaneses que quedó en libertad con cargos tras ser detenida el mes pasado por 'arrasar' las Merindades se le atribuyen, hasta el momento, 42 delitos de robo con fuerza cometidos en la citada comarca burgalesa y en otras localidades del norte de España. 

Un operativo conjunto de la Guardia Civil y la Ertzaintza, tal y como adelantó Diario de Burgos el pasado 24 de octubre, permitió desarticular esta banda dedicada a asaltar viviendas en el norte del país. En la operación, denominada 'Habitat-Mena2' se detuvo a cinco personas y se practicaron otros tantos registros en domicilios de Bilbao y Cantabria. A este grupo se le atribuyen hasta el momento 42 delitos de robo con fuerza caracterizados por el mismo 'modus operandi', si bien continúan las investigaciones por ambos cuerpos policiales.

Se trata de un grupo itinerante, organizado y disciplinado, extremadamente activo, con un claro reparto de funciones entre sus integrantes y que emplea fuertes medidas de seguridad. Como consecuencia de la investigación se les atribuye también la comisión de delitos de falsedad documental en placas de matrícula y pertenencia a grupo criminal.

Cae una banda que asaltó en 42 viviendas de la provincia de Burgos y el norte de España.Cae una banda que asaltó en 42 viviendas de la provincia de Burgos y el norte de España.

El Servicio de Investigación Criminal Territorial de Álava de la Ertzaintza y la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos venían investigando en sus respectivos territorios, y por separado, un incremento de robos perpetrados este año en el interior de viviendas.

Los hechos crearon gran malestar entre las víctimas y un clima de inseguridad entre los vecinos que temían por sus propiedades, ante la aparente impunidad y rapidez con la que los asaltantes cometían los ilícitos.

Además de los logros por la propia investigación, la colaboración ciudadana resultó determinante para seguir una clara y definida línea de investigación. Las pesquisas y averiguaciones llevadas a cabo sobre determinadas personas se hicieron coincidentes entre ambos cuerpos policiales, coordinando las informaciones a través del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).

A partir de ese momento se aunaron esfuerzos y conjuntamente continuaron las indagaciones, que ya se centraban sobre la presencia de un activo grupo delictivo, posiblemente asentado en el norte peninsular.

Los innumerables seguimientos discretos realizados con equipos mixtos de ambas unidades permitieron conocer las importantes medidas de seguridad empleadas por el grupo para dificultar la labor policial.

Los operativos de Ertzaintza y Guardia Civil consiguieron determinar y constatar la identidad de sus integrantes, los múltiples y habituales cambios de domicilio -en corto espacio de tiempo y en ocasiones en subarriendo de habitaciones-, y los numerosos vehículos que usaban en sus desplazamientos, en los que era habitual la sustitución reiterada de matrículas para dificultar sus localizaciones.

A mediados del mes de octubre, en un operativo coordinado y ejecutado por ambos cuerpos de manera simultánea y conjunta, se llevaron a cabo cinco registros domiciliarios en Bilbao y Cantabria, los cuales culminaron con la detención de cinco integrantes de la banda y la intervención de dos vehículos, donde se encontraron herramientas utilizadas habitualmente para acceder, ilícitamente y con el empleo de la fuerza, a las viviendas; también joyas, dinero, terminales telefónicos y otros enseres, cuya procedencia y origen está siendo cotejado.

Aunque la investigación continúa abierta -no descartándose nuevas detenciones y esclarecimientos-, con esta operación se han atribuido a este grupo criminal hasta el momento 42 robos con fuerza, en Álava, Vizcaya, Burgos, Cantabria, La Rioja, León, Madrid, Navarra, Palencia, Soria, Valladolid y Zaragoza.

El operativo contó con un importante despliegue de personal y medios, habiendo sido llevadas a cabo las pesquisas por la Unidad Orgánica de Policía de Judicial de la Guardia Civil de Burgos y por el Servicio de Investigación Criminal Territorial de la Ertzaintza en Álava (S.I.C.T.A.).

Para los registros, además de contar con un importante despliegue de efectivos, intervenieron unidades especiales como la Unidad de Intervención de la Ertzaintza, el Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil, Servicios Cinológicos con guías y canes adiestrados en detección de papel moneda de ambos cuerpos policiales.

Las diligencias instruidas, los detenidos y efectos intervenidos, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción nº 2 de Villarcayo (Burgos). El grupo, tras ser puesto a disposición judicial, quedó en libertad con cargos ante la "indignación" de las muchas víctimas.

Se trata de un grupo que no dudaba en realizar largos desplazamientos para perpetrar los delitos. Para establecer sus objetivos delictivos y conocer perfectamente los mismos, estudiaban su ubicación, vías de escape, presencia policial, horarios y rutinas; siendo habituales las primeras viviendas –unifamiliares especialmente- las que asaltaban durante la ausencia de sus moradores.

Para ello empleaban numerosos vehículos sustituyendo por otras las placas de matrícula originales. Uno de los componentes siempre se encontraba al volante para facilitar la huida, otro se desplegaba en labores de vigilancia, mientras el resto operaba, forzando ventanas para acceder al interior de las casas.

Acometían el ilícito rápidamente, removiendo cajones y armarios, haciendo acopio de dinero, joyas y objetos pequeños, pero de gran valor, de fácil transporte para su posterior introducción y venta en el mercado negro.