El equipo de gobierno de Cristina Ayala ha culminado los trabajos previos para encarar la tercera gran transformación urbanística de la capital burgalesa en este siglo, una actuación que recoja el testigo de la mutación del corredor ferroviario en bulevar y la conversión del aparcamiento de Caballería en el Solar de la Evolución. El plan 'Expande Burgos', que ya cuenta con un anteproyecto basado en los estudios de tráfico y geotécnicos de la zona afectada, pasa por una ampliación del centro peatonal inédita que convertiría 23.000 metros cuadrados (el triple del espacio que ocupa el terreno de juego del Santiago Bernabéu) de ciudad ahora consagrada al tráfico en zonas peatonales.
La idea de los populares, epigrafiada, pero por entonces sin desarrollar en todo su alcance en su programa electoral, de peatonalizar la calle Santander adquiere ahora otra dimensión con el proyecto que ha pergeñado el área de Urbanismo, que convierte la intervención en dicha vía -con la construcción de un túnel de doble sentido bajo la misma- en una pieza más de una ambiciosa intervención urbanística.
El actual equipo de Gobierno, reducido al PP tras la expulsión de Vox, tiene claro que esa modificación entre la plaza y la avenida del Cid debe catalizar otros cambios orientados a coser el centro de la ciudad, no solo para derribar la barrera urbana que parte el flujo peatonal en el centro histórico, sino para regenerar de forma radical todo el entorno. El entorno en mayúsculas.
El Ayuntamiento de Burgos maneja un anteproyecto para intervenir en todo el centro de Burgos, entre Calzadas y el Casco Histórico. - Foto: DBAsí, el anteproyecto incluye la peatonalización completa de la calle San Lesmes y también, de forma parcial, la Plaza de España, en concreto el pasaje de Radio Popular, de manera que todo ese ámbito -al que hay que añadir la remodelación de Hortelanos y la construcción del Mercado Norte- experimentará un cambio que lo hará irreconocible. A ello se suma otra intervención en el Monasterio de San Juan (ampliación y mejora del entorno) y la remodelación de las plazas del Cid -dos tercios serán peatonales- y de Santo Domingo, de la que desaparece la pérgola que cubre el acceso al aparcamiento de la Plaza Mayor, al que se accederá desde el propio túnel. Con los estudios de tráfico en la mano, Urbanismo sostiene que no sólo borrará los coches de la superficie afectada, sino que mejorará los flujos de tráfico y reducirá los tiempos de trayecto del transporte público y privado por todo el centro.
Un túnel de 363 metros entre calle Vitoria y la avenida del Cid permitiría reordenar el tráfico y liberar espacios
La apuesta municipal persigue varios objetivos. Por un lado, potenciar el comercio y la hostelería a ambas márgenes de la calle Santander. Al desaparecer esta 'frontera', el gran núcleo comercial que constituye hoy el centro gana espacio para extenderse y mucha permeabilidad. Pero también pretende una mejora ambiental del entorno con la supresión de los coches en superficie; reducir el nivel de ruido; ganar espacio para los niños con la instalación de parques; conceder una mayor seguridad al peatón y, muy importante, mejorar la movilidad tanto de coches como de viandantes. Además, la intervención hace posible dar continuidad al Camino de Santiago (Patrimonio de la Humanidad), con lo que los peregrinos no se toparán con ningún cruce con vehículos entre las calles Calzadas y Fernán González.
Por lo que afecta a los plazos, el equipo de Gobierno quiere lanzar y comenzar este año la peatonalización y la construcción del túnel en la calle Santander, así como la urbanización en superficie, una intervención que, según las previsiones de Urbanismo, costará 20 millones. En total, e incluyendo el nuevo Mercado Norte, la expansión del centro peatonal requeriría una inversión de más de 60 millones, de los que 15 provendrían de la aportación privada al Mercado. En el caso de la urbanización de la calle Santander y la construcción del túnel, las obras durarían unos 26 meses. Los estudios de tráfico están hechos y avalan el proyecto, y los geotécnicos también. De manera que en medio año podría licitarse el proyecto constructivo y para febrero de 2026 empezarían los primeros tajos.
El túnel, que tendría entrada y salida en los primeros números de la calle Vitoria y de la avenida del Arlanzón -para liberar la plaza del Cid- y terminaría a la altura del Feygon, tendrá de un carril por sentido, 363 metros de longitud, 7,50 de anchura, y 6 de gálibo (altura, por lo que caben los buses y los vehículos de emergencias). La pendiente de las rampas es del 10%.
Otro aspecto que se ha estudiado en profundidad es la metodología de construcción (...).
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