La quinta ola continúa su imparable avance por España, que se mantiene en «riesgo extremo», al superar los 250 casos por cada 100.000 habitantes, ya que la incidencia acumulada en 14 días sigue disparada y ayer superó los 537 positivos, cuando una semana antes estaba en 278 contagios. Un incremento que es incluso superior en algunas comunidades, lo que ha llevado a muchas de ellas ha revisar sus estrategias de control de la epidemia, con el toque de queda como medida estrella para intentar frenar la explosión de casos. Eso sí, la última palabra la tendrán los tribunales, convertidos por el Gobierno central en jueces de la pandemia.
De momento, la Comunidad Valenciana, Cataluña y Cantabria ya han logrado los avales necesarios de la Justicia para implantar la limitación de movilidad nocturna. En el caso de la región presidida por Ximo Puig, la medida ya está en vigor en las 32 localidades con peor situación epidemiológica, donde no se podrá estar en la calle de una a seis de la madrugada.
Por su parte, la Generalitat de Pere Aragonès logró ayer el respaldo de los magistrados al toque de queda nocturno planteado en los 161 municipios (en el que reside el 80 por ciento de la población catalana) con peores indicadores, entre ellos tres capitales de provincia: Barcelona, Tarragona y Girona. «Es una medida que pretende proteger valores y derechos tan sentidos como la vida y la salud», aduce el Alto Tribunal de Cataluña, y lo considera una restricción y no una suspensión de derechos fundamentales.
Cincuenta y tres municipios de Cantabria también verán restringida su movilidad de una a seis de la madrugada a partir de hoy después de que la Justicia avalase las medidas del Gobierno de Miguel Ángel Revilla, entre las que también se encuentran la limitación a seis del número de personas que se pueden reunir en espacios privados y la venta de alcohol en todos los comercios y gasolineras a partir de las 20,00 horas.
El 'no' de los tribunales
Sin embargo, la Justicia denegó en Extremadura las limitaciones a la movilidad nocturna solicitadas por la Junta, al igual que le ocurrió al Ejecutivo de Canarias, que ya ha anunciado que recurrirá al Tribunal Supremo para que le permita imponer el toque de queda. Por su parte, Navarra espera que se pronuncien los magistrados para aplicar desde el próximo miércoles esta misma restricción en las localidades en «riesgo extremo de transmisión» a partir del miércoles.
Asimismo, los Gabinetes de Asturias y Baleares adelantaron ayer que se plantean también un próximo incremento de restricciones ante la explosión de casos.
Estas nuevas medidas para el control de la pandemia se dan cuando ya ocho comunidades autónomas han superado el listón de vacunación del 50 por ciento de su población con pauta completa, según los datos del pasado jueves, que situaban a España como el quinto estado con mayor inmunización de la Unión Europea, solo superado por Malta, Hungría, Chipre e Irlanda.
Impacto en los hospitales
Aumentan las restricciones, a pesar del buen ritmo de la vacunación, porque los datos que cada día notifica Sanidad siguen empeorando. En el balance de ayer, se registraron 31.060 nuevos contagios en las últimas 24 horas, lo que eleva la cifra total de infectados a 4.100.222 desde que arrancó la pandemia. Asimismo, la incidencia por el COVID se eleva a 537,3 casos por cada 100.000 habitantes, un incremento de 169,3 puntos desde el lunes, período en el que se han notificado 129.098 nuevos infectados. El grupo de los jóvenes de entre 20 a 29 años sigue concentrando la mayoría de las nuevas infecciones con una incidencia de 996,4 casos, 206,7 puntos menos que a principio de semana. También desciende este indicador en la franja de 12 a 19 años, donde se sitúa en 837,6 casos, cuando el pasado lunes se contabilizaban 1.011 positivos por cada 100.000 habitantes.
Estos datos están haciendo realidad el mayor miedo de las autoridades y de los profesionales sanitarios: el incremento de los contagios empieza a reflejarse en los hospitales. Ya hay 5.056 enfermos ingresado con COVID (351 más que en la jornada anteriores y un 4,2 por ciento de ocupación), mientras que en las Unidades de Cuidados Intensivos la presión es del 9,5 por ciento, con 872 pacientes (34 más que el pasado jueves). En Cataluña, los ingresos en estas unidades de vigilancia siguen disparados: con el 26 por ciento de las camas ocupadas por enfermos de coronavirus.
En las últimas 24 horas fallecieron 12 personas, por lo que las muertes en los últimos siete días suman 56, siete más que los notificados hace una semana.