Otro evento que valora tirar la toalla por problemas de solvencia provocados por el retraso en los pagos de la Gerencia Municipal de Cultura. El Certamen Internacional de Coreografía Burgos-Nueva York no puede, a día de hoy, afrontar la edición de 2024. Como ocurre con el Festival Tribu, que también se plantea la cancelación de la cita, la cantidad que le debe el Ayuntamiento le impide afrontar los gastos acumulados y le imposibilita para optar a las ayudas de cara a la próxima edición, como las que recibe del INAEM (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música), que depende del Ministerio de Cultura.
Al Certamen de Danza la Gerencia Municipal le debe 64.670 euros: 32.670 del convenio de 2022 y 32.000 euros del actual, que no se puede cobrar mientras no esté cerrado el expediente del año anterior. Ante ese agujero, y el hecho de no poder justificar esa ayuda en el Ministerio, los organizadores -CIDANZ Producciones y el Ballet Contemporáneo de Burgos- dudan sobre el futuro de un evento cuya valoración económica del impacto que tiene en medios de comunicación asciende a 260.000 euros.
La queja del concurso de coreografías es la misma que la del festival de música: piden más celeridad en el pago de unas cuentas justificadas, porque esta inercia «está asfixiando a las iniciativas privadas». Pero sobre todo exigen al Consistorio que tenga «especial atención a los que hacen programación en Burgos que consigue traer dinero de fuera».
Atendiendo solo a la última edición del certamen de danza, la número veintidós, por la ciudad 117 bailarines procedentes de 11 países (...).
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