La Sociedad Municipal de Promoción fue durante el pasado mandato protagonista involuntario de un buen número de situaciones que no contribuyeron precisamente a labrarse una buena fama. Sin acciones que hagan recordar grandes logros o avances, las noticias venían porque Promueve cerraba la cafetería del Fórum Evolución, porque acababa con los vuelos comerciales en Villafría, por un programa lingüístico para jóvenes que generó sonadas críticas por parte de las familias de los menores, por el desmantelamiento de la oficina de congresos, por la espantada del director de proyectos o por el polémico despacho con vistas a la Catedral del anterior presidente del consejo de administración.
Anecdótico, aunque sintomático, fue el despido de un trabajador que sustraía baterías de coches en el depósito de Villalonquéjar (gestionado por esta empresa municipal) o que ahora se sepa, a través de la diligencias previas abiertas por el Juzgado de Instrucción Número 4, que la Sociedad de Promoción presentara al final de la pasada legislatura una denuncia ante la Policía Nacional tras tener constancia de que dos empleados de una subcontrata del aparcamiento del Complejo de la Evolución Humana estaban vendiendo a través de Wallapop (internet) material usado, es cierto que de escaso valor, que se tenía como costumbre acumular en una pequeña sala que se utilizaba a modo de almacén.
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