La planificación inicial del Burgos Club de Fútbol para esta temporada ha sufrido dos contratiempos que obligan a la dirección deportiva a tomar decisiones y reaccionar. La primera de ellas fue la nueva lesión de Javi Pérez y su salida del equipo. Quedó resuelta de forma inmediata con la llegada de Appin, procedente del Ibiza. Pero la segunda es más importante.
David Goldar se marcha al fútbol chipriota y el Burgos CF -el acuerdo se ha oficializado hoy- está obligado a fichar a un nuevo central para el perfil zurdo. Ahí queda Grego Sierra, pero su actuación ante el Levante dejó algunas dudas. Es evidente que el nuevo sistema de Bolo no se ajusta a sus características para un futbolista que se siente más cómodo sin tantos espacios y más cerca del área.
La dirección deportiva rastrea el mercado en busca de este central zurdo y el objetivo es cerrar su contratación cuanto antes. Ahora mismo es la prioridad. Además de la marcha de Goldar, los problemas en el centro del campo han obligado a volver a utilizar a Unai Elgezabal en esa posición cuando estaba previsto que esta temporada jugase de central junto a Aitor Córdoba, Grego Sierra y el propio Goldar. A nivel económico no habría demasiados problemas ya que la marcha de Goldar ha dejado nuevos ingresos en el club que alivian el límite salarial.
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