Presentan el proyecto de bosque comestible en Rucandio

DB / Burgos
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El plan, impulsado por la Asociación Ábrego y la de Productores y Comerciantes del Valle de Las Caderechas, y respaldado por la Fondation Auchan, transformará una hectárea en un terreno para cultivar 1.600 árboles frutales autóctonos

Presentan el proyecto de bosque comestible en Rucandio - Foto: DB

El proyecto de creación de un bosque comestible en terrenos del municipio de Rucandio ha sido presentado hoy por las entidades impulsoras,  la Asociación Ábrego y la de Productores y Comerciantes del Valle de Las Caderechas.  El presidente de la Diputación, Borja Suárez, el alcalde del municipio, Rubén Fernández,  y otros representantes de las localidades del territorio también han acudido a la cita. 

En una finca de una hectárea, propiedad del presidente de la Asociación de Productores y Comerciantes, Juan José Gandía, cultivarán 1.600 árboles frutales autóctonos. Los habrá altos, como nogales, castaños o jerbos; arbustivos de matorral, ahí entran los manzanos y cerezos de las variedades de la Marca de Garantía; y plantas a ras del suelo (fresas, frambuesas y grosellas, leguminosas, aromáticas y medicinales). El objetivo que persigue el plan piloto es crear un sistema agroforestal que imite la estructura arquitectónica y funcional de un bosque natural, empleando árboles y plantas autóctonas que directa o indirectamente benefician a las personas, además de cultivar variedades antiguas localizadas y otras que han buscado con posterioridad. Este grupo lo componen las guindas, ciruelas de cojón de fraile o peras de cuchillo, entre otras muchas que se dan en la zona. 

Los voluntarios que participen en el desarrollo del proyecto pondrán en marcha un sistema denominado línea clave para mantener nutrida la plantación. Se trata de un método de captación y filtración de las aguas de escorrentía. Para ello construirán «una balsa y zanjas para no perder ni una sola gota», explica Gandía. Esta técnica contempla el desbroce con ganadería extensiva pero por el momento lo llevarán a cabo los fruticultores. En el espacio prevén impartir cursos de fruticultura y actividades de voluntariado. La Fondation Auchan ha apoyado con 40.000 euros el proyecto entre los 44 que concurrieron a su convocatoria de ayudas.

Un bosque educativo

Y es que, tal y como ha precisado Astrid Henmark, coordinadora de proyectos de la Asociación Ábrego, "el bosque comestible no es un fin en sí mismo". "Busca restaurar el terreno, pero también crear un espacio de aprendizaje para la provincia de Burgos, donde personas adultas, niños y niñas tengan la oportunidad de conocer y recibir formación sobre alimentación sostenible, apoyo a las economías locales y sensibilización hacia el medio natural".

Según ha explicado, en el bosque comestible se impartirán formaciones dirigidas a productores y productoras de la provincia de Burgos en temas clave como horticultura ecológica y gestión sostenible de suelos. Estas formaciones contribuirán directamente al desarrollo del propio bosque comestible, ya que los participantes colaborarán en tareas esenciales como la plantación, el riego y la biofertilización del suelo, promoviendo un modelo de trabajo colaborativo y regenerativo.

Se implementarán también actividades de ciencia ciudadana, entendiéndolo como un conjunto de prácticas que involucran a la ciencia y la sociedad en actividades como la medición de indicadores de calidad ambiental, el censo de insectos, mariposas y aves, así como la implementación de un observatorio ciudadano que permitirá recoger datos fenológicos de especies concretas de árboles y arbustos, con el objetivo de estudiar los efectos del cambio climático en los ciclos biológicos.

Las y los más peques también participarán en el proyecto a través de visitas escolares con el fin de acercar a las nuevas generaciones a la realidad rural y fomentar el respeto por el medio ambiente. Se organizarán visitas de centros escolares de Castilla y León a las fincas productivas del Valle de Caderechas. Estas visitas permitirán al alumnado conocer de primera mano la vida en los entornos rurales, así como los empleos y profesiones clave en estos lugares, con especial atención a aquellos que actualmente ofrecen más oportunidades. A través de estas actividades, se espera educar en la importancia de una relación respetuosa y justa con el territorio, contribuyendo al desarrollo de una conciencia ecológica y social.