Las cámaras en zonas de ocio ayudan a resolver 200 delitos

FERNÁN LABAJO / Burgos
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La Policía Local ha solicitado ampliar los horarios de grabación en Burgos y renovar por obsoletos unos equipos que han sido claves en investigaciones como la de la muerte de Sergio Delgado en 2024

Hay 16 cámaras distribuidas entre Las Llanas, Bernardas y Bernardillas. - Foto: Ángel Ayala

La noche burgalesa tuvo que vivir tres años trágicos para que el Ayuntamiento tomara cartas en el asunto. El clamor popular tras la fatal agresión a Sergio Izquierdo en diciembre de 2010 en Las Llanas forzó a la administración local a iniciar los trámites para instalar videovigilancia en las zonas de ocio. El objetivo era doble: disuadir y facilitar el trabajo policial. La segunda pata sobre la que se sostuvo la colocación de cámaras se ha demostrado altamente eficaz después de una década. En todo este tiempo, las grabaciones han ayudado a la Policía Nacional y a los juzgados esclarecer 200 delitos. Desde el cuerpo municipal se ha intentado, por el momento sin éxito, ampliar el horario de grabación y reemplazar algunos dispositivos ya deteriorados.

Una de las primeras gestiones que practica la Policía Nacional cuando comienza una investigación por un delito grave suele ser la petición de grabaciones de cámaras que pudieran haber captado el momento exacto. La concienzuda revisión de vídeos e imágenes fue clave, por ejemplo, para localizar a los autores de la agresión mortal a un celador del HUBU de la calle Vitoria en 2022. En este caso, hubo un visionado de los aparatos ubicados en comercios cercanos, pero también de los registros en zonas de ocio para hacer una reconstrucción de los hechos de los a la postre condenados por un homicidio.

También se revisaron, aunque en este caso no fueron determinantes, hace un año en la fatal muerte del vallisoletano Sergio Delgado en La Flora. Los dispositivos colocados en Las Llanas no captaron el momento de la agresión, pero sí ayudaron a identificar a algunos de los testigos y a ubicar al presunto autor en el lugar de los hechos. Las cámaras han sido muy útiles en el esclarecimiento de otro tipo de infracciones penales, como pueden ser robos, hurtos e incluso posibles casos de agresión sexual. También han servido para descartar comportamientos punibles, como ocurrió en 2016 con un joven al que supuestamente habían empujado desde las terrazas de las Bernardas, pero que la Policía Nacional comprobó que en realidad se había precipitado él solo.

Su utilidad en el esclarecimiento de casos de este tipo ha quedado sobradamente demostrada. A lo largo esta década desde su puesta en funcionamiento, los dispositivos de videovigilancia han ayudado a esclarecer alrededor de 200 delitos, una media de veinte al año, según la información facilitada por la Policía Local. Sólo en el primero completo tras su entrada en funcionamiento, el 2014, ya se solicitó el visionado en 27 ocasiones.

(La información completa, en la edición impresa de Diario de Burgos de este lunes o aquí)