Hace dos décadas, cuando se aprobó el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), el Ayuntamiento de Miranda se marcó el objetivo de construir 20.000 metros de carril bici para vertebrar, de forma sostenible, su casco urbano. Poco después de aquella decisión la administración emprendió una serie de obras, como la creación del parque Emiliano Bajo, en las que incluyó estas infraestructuras para ciclistas. También ejecutó otras tantas sendas en zonas como las calles Francisco Cantera o la República Argentina. Pero llegó el año 2011 y todo se paralizó. Desde entonces la ciudad ha permanecido con diez kilómetros de carril bici, hasta que en la actualidad el equipo de gobierno ha vuelto a impulsar medidas para ganar espacio reservado para este medio de transporte.
La inyección de 1,3 millones de euros de fondos de la Unión Europea ha estimulado la construcción de casi cinco kilómetros. El año pasado se ejecutó el tramo que une el IES Fray Pedro de Urbina con la Barriada de San Juan del Monte, ahora se están creando el del Polideportivo y el del polígono de Bayas, y también se está tramitando el de Fuentecaliente, mientras que el de Los Corrales avanzará tras completar las expropiaciones. Ahora bien, a todo ello deben sumarse otras actuaciones municipales que permitirán a la ciudad acercarse a ese objetivo que marcó allá por 2005.Y es que, con los 400 metros de la senda compartida entre ciclistas y peatones de la ribera del Bayas que ya se ha hecho y con los 2,8 kilómetros que tendrá el acceso al monte de San Juan que se está tramitando, el municipio rondará los 19.000 metros de senderos para los ciclistas.
Estas iniciativas generan sensaciones enfrentadas en la oposición del Ayuntamiento. El portavoz del Partido Popular, Sergio Montoya, considera que «el carril bici merece un debate profundo, porque hay tendencias a favor y en contra, pero este grupo municipal está totalmente a favor de una movilidad sostenible como es la bicicleta y la gente tiene que poderse mover por la ciudad con seguridad en este medio de transporte». Eso sí, al mismo tiempo añade que «no podemos hacernos trampas al solitario porque en muchas ocasiones la infraestructura no es la adecuada».A modo de ejemplo, describe que «hay tramos, como los del parque Antonio Cabezón, que son aceras pintadas con un par de líneas y eso supone un peligro; también hay carriles que terminan en muros, como ocurre en Las Matillas; y hay deficiencias visibles en las obras de la zona del Polideportivo, concretamente en la senda peatonal que ya se ha hecho».
Estas carencias, desde el punto de vista de Montoya, demuestran que el Consistorio «debería tomarse mucho más en serio la movilidad dentro del casco urbano». Por eso su partido, según recuerda el portavoz popular, defiende ideas como«la creación de un anillo verde, que iría ligado a una mejora en la calidad de vida de la ciudad, al ser un proyecto que permitiría generar accesos a elementos de nuestro entorno privilegiado, algo que es esencial y prioritario que se debe desarrollar sí o sí». No obstante, para ese tipo de iniciativas se necesitan recursos económicos y, según creen en el PP, salvo para la excepción del carril bici que ya se está haciendo, en el Consistorio no se están logrando aprovechar las oportunidades de financiación que existen en la actualidad.
El portavoz del principal grupo de la oposición dice que «seguimos viendo cómo las administraciones de lugares cercanos están captando muchos fondos europeos y Miranda no lo está haciendo, por lo que la necesidad de crear una oficina de captación de fondos ya se ha convertido en algo muy urgente». Sobre ello, aclara que «hasta ahora el equipo de gobierno ha tenido idas y venidas», ya que ha habido un intento de gestión municipal y ahora un anuncio de externalización, pero en cualquier caso no se ha logrado poner en marcha y parece que «no se tiene claro ni siquiera qué se quiere en algo tan sencillo como la fórmula de captación de fondos después de dos años de legislatura».