Aunque los datos de Burgos son «moderadamente optimistas», en Tráfico suben al máximo la guardia por el aumento de la siniestralidad registrado en la carretera en los últimos meses. Una tendencia que también se refleja en el número de accidentes con motos involucradas. En la provincia se han cobrado dos vidas hasta el momento en este 2024, además de lamentar otros sucesos graves.
«Estamos preocupados por todo lo que implique un aumento de la siniestralidad», explica el jefe provincial de Tráfico, un Raúl Galán que destaca el «aumento exponencial de venta de motos desde la pandemia, sobre todo de media y gran cilindrada» como un factor a tener en cuenta en análisis de la situación.
Según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico la provincia cuenta con 21.429 motocicletas matriculadas, cifra a la que se suman 7.491 ciclomotores para representar el 10,6% del total del parque de vehículos en una tendencia alcista reflejada en los últimos años.
Mientras, los datos compartidos por la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor) muestran un llamativo crecimiento de las ventas, tanto de vehículos nuevos como de ocasión que superaron en 2023 las 2.700 unidades. El año 2024 aspira a mejorar ese tope y acercarse a las 3.000, un escenario que trasciende la pura estadística.
La mayor presencia de motocicletas y ciclomotores en las carreteras multiplica la posibilidad de sufrir accidentes. Por ello, en Tráfico asumen la necesidad de plantear algunas novedades en la normativa como medida preventiva y de control. «El 25% de los fallecidos los fines de semana en España son usuarios de motocicletas», recuerda Galán.
La provincia también vive un mal momento. En 2023 fueron dos los fallecidos en vías interurbanas, cifra ya igualada en el ejercicio en curso.El último ocurrió el pasado 7 de agosto, cuando un motorista falleció al colisionar con un coche en la localidad de Quincoces de Yuso.
Este accidente mortal se une al registrado el 27 de mayo, cuando un vecino de Quintanar de la Sierra de 68 años sufrió un brutal choque frontal contra una furgoneta a la altura del kilómetro 19 de la CL-117, entre Vilviestre y Palacios, cuando se dirigía en su moto hacia Burgos. A estos sucesos trágicos se suma el accidente del 22 de julio en el que un hombre resultó gravemente herido en el kilómetro 238 de la A-1, a las afueras de Burgos.
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