A la sombra de la figura de un delantero superlativo como Erling Haaland, exhibiendo una voracidad parecida, una capacidad para atacar los espacios similar y un hambre de goles a la altura del noruego, está Viktor Gyokeres, el 'nueve' de moda en Europa. Después de que el verano pasado nadie se atreviera a pagar cerca de 100 millones por él, el Sporting de Portugal sigue disfrutándolo y a él se le sigue quedando demasiado pequeña la Liga lusa.
Celebra los tantos tapándose la boca con las dos manos, como tratando de escenificar una mascarilla de esas que portan las personas que huyen de los mutantes en las películas de ciencia ficción. Pero, en este caso, él sería el que perseguiría a la gente, ya que su actual estado de forma se asemeja más al de un ser alejado de la especie humana, un aspecto más en el que se parece a Haaland.
Los dos arietes dibujan en su semblante ese gesto impasible, como si el partido no fuera con ellos. Son guepardos cazando en la sabana. Saben aguardar el momento perfecto pasando desapercibidos para saltar a la yugular de su víctima en el instante indicado. Pero, incluso sin esa dedicación a la hora de capturar a su presa, también serían letales.
En este caso, Gyokeres supone hasta un 'problema' para la actual corriente de datos dentro del mundo del fútbol. Directamente los rompe. En lo que a percentiles o acciones por partido se refiere, sus números reflejan un verde (color que evidencia su buen hacer en distintos parámetros) tirando a alienígena.
El sueco dispara 3,73 veces por partido, promedia 0,21 asistencias, crea 4,66 acciones que desembocan en un disparo, realiza 3,91 conducciones hacia la portería rival por duelo, regatea con éxito 2,23 ocasiones en cada choque, tiene una media de 9,35 toques de balón en el área rival y recibe 10,53 pases progresivos por cada enfrentamiento. Ninguna de estas cifras representa un percentil menor del 93, en comparación con jugadores equivalantes a él en competiciones parecidas a la lusa. ¿La conclusión? Portugal se le queda muy pequeña.
Hecho a sí mismo
Su carrera demanda un paso más, toda vez que su explosión en la élite ha sido algo tardía en comparación al discurrir habitual de las trayectorias de los futbolistas. Tiene 26 años cumplidos y no le resultó sencillo hacerse un hueco en el primer nivel.
Salió de su Suecia natal rumbo a Brighton, de cuyas exitosas redes de 'scouting' no escapó. Sin embargo, jamás se asentó en el sur de Inglaterra. Los 'seagulls' lo cedieron hasta en tres ocasiones. Primero al St. Pauli, luego al Swansea y posteriormente al Coventry City. El bloque de las Midlands lo adquirió en propiedad pagando al Brighton 1,20 millones, cuando las 'gaviotas' lo habían comprado por uno en su momento. Un negocio redondo a todas luces.
Pero, contra todo pronóstico, ya que en su préstamos de media temporada solo marcó tres goles, la apuesta le salió redonda al Coventry City. Estuvo dos cursos con el cuadro de la Championship. En el primero hizo 18 dianas en 47 partidos oficiales y en el segundo fueron 22 tantos en 50 encuentros jugados.
Sus cifras, lejos de ser desbordantes, captaron la atención del Sporting, que abonó 24 'kilos' por él. Quizá demasiados en un primer momento, pero una ganga a día de hoy. Transfermarkt tasa al ariete en 70 millones, pero el cuadro portugués difícilmente le dará salida por menos de 100.
Y ese crecimiento se debe, sobre todo, a los 43 goles en 50 choques que sumó la campaña pasada, devolviendo a los 'leones' a lo más alto del fútbol nacional. Esta temporada va por el mismo camino, ya que en 17 encuentros ya lleva 23 tantos.Solamente se ha ido de vacío en cinco partidos de 20 entre todas las competiciones este año, en el que ya ha hecho cuatro dobletes, un 'hat-trick' y un 'póker'.
La duda reside ahora en quién será el que pondrá sobre la mesa 100 millones en una apuesta que, de momento, siempre ha salido bien.