El año pasado alcanzaron el nivel donde aparecieron los restos de Homo antecessor, la especie bautizada en Atapuerca tras los fósiles hallados en 1994. La campaña de 2024 en el nivel TD6 de Gran Dolina aportó una decena de fósiles de esta especie, entre ellos varios fragmentos de cráneo, de costilla y vértebra, dos trozos de mandíbula, otro de maxilar, un pequeño hueso de muñeca y un diente, en concreto, un incisivo. Esta última pieza, además, supuso indicar tras las primeras observaciones que correspondía a un nuevo individuo de Homo antecessor. Concretamente a una mujer de unos 25 años de la que hasta ahora no había fósiles en la colección. 

Este año confían que el nivel TD6 vuelva a ser protagonista y esperan tener allí «mucho trabajo». El yacimiento del Penal, de la misma datación y reabierto hace dos años en la Trinchera del Ferrocarril, también estará en el punto de mira, ahora que lo trabajarán en extensión. Sin olvidar que Cueva Fantasma «es un yacimiento en el que, como quien dice, se está empezando». Y luego está Estatuas exterior e interior; la Sima de los Huesos, El Mirador, los asentamientos al aire libre... «Tenemos muchos yacimientos que exprimir», confiesan, sin obviar que las sorpresas pueden hacerles fijar la atención en uno u otro lado. 

En el trabajo de excavación irán de la mano de la Fundación Atapuerca, que desde su fundación colabora estrechamente con el Equipo Investigador de Atapuerca (EIA). Porque si bien la principal financiación de la campaña proviene de la Junta, la Fundación también presta apoyo económico a la excavación, al margen del logístico o las tareas de comunicación, imagen y relaciones institucionales.