Cuando se pone a hablar de la Fiesta Barroca de Lerma, del Judas de Villadiego o del Colacho de Castrillo de Murcia, su pueblo, el que le vio nacer, lo hace con tanto entusiasmo que es capaz de enganchar a cualquiera y convencer de que se debe luchar por esas tradiciones. Ernesto Pérez Calvo lleva toda una vida dedicada a estudiar tradiciones y fiestas de los municipios burgaleses y ha formado media docena de grupos de teatro en la provincia, convirtiéndose en un verdadero maestro y creando escuela para que las celebraciones se puedan mantener en el tiempo. Nunca le ha gustado ser el centro de atención y su humildad se detecta a distancia, pero ayer llegó el momento de rendirle un merecido homenaje en la villa ducal a todo su trabajo.
Minutos antes de que diera comienzo el espectáculo, a las 22.30 horas, muchos amigos de Ernesto ya pasaban a saludarle. A algunos ni les esperaba por allí y aseguraban que habían acudido a verle. ¡Ni cenar el bocadillo le dejaban! A los nervios de estrenar la representación se sumaban los del 'premio' que le tenían preparado. Él no tenía ni idea de lo que le habían organizado y era todo una sorpresa. «Yo creo que es más por amistad», comentaba, sin querer tirarse flores. A sus 77 años dice que llega el momento de dejar la primera línea del grupo La Hormiga, aunque seguirá ahí para lo que necesiten.
El reconocimiento se llevó a cabo en un marco inmejorable, con calles engalanadas y justo antes de arrancar con la representación teatral en la plaza de Santo Domingo, en este caso de dos clásicos del Siglo de Oro como La burgalesa de Lerma (de Lope de Vega) y El lindo don Diego (de Agustín Moreto). «Le haremos un día grande, pero no queríamos que se pasara la Fiesta Barroca y no volver a verlo por el local de ensayo», comentaba Aníbal, integrante de La Hormiga. Por el escenario pasaron antiguos compañeros del grupo -de hace 50 años- y también los actuales le quisieron hacer un regalo en forma de escena. Muy emocionante resultó también la presencia de Javier Moreno, del grupo Espliego, o de representantes de Tierra de Lara o Encaje. Viejos amigos que comparten pasión y siguen muy unidos.
Esta edición de la Fiesta Barroca ha llegado cargada de novedades y ayer ya se pudo disfrutar del popular juego de cañas, que no se hacía desde 2017. Un gran espectáculo que abarrotó la Plaza Mayor. Quienes se lo perdieron, volverán a tener otra oportunidad esta tarde. Además, a lo largo de este fin de semana se podrá disfrutar del popular desfile, con una nueva carroza de cinco metros de altura -que representará a la fama- y del mercado artesanal, que abrió sus puertas con puestos que ofrecen desde algo para picar a artículos como bolsos.
Como dice Eva Blanco, presidenta del grupo lermeño La Hormiga, Pérez Calvo consiguió crear esa ilusión para recuperar la Fiesta Barroca -que esta edición sopla las 25 velas-. Poco a poco han ido creciendo y en este momento más de 500 voluntarios se empeñan en que todo salga perfecto. La asociación cultural cumplirá 50 años en 2027 y él ha estado al frente como director durante varias décadas, pero ahora cree que llega el momento de parar. Siempre ha estado 'sembrando' por el futuro del medio rural y la cultura. Trabajó como profesor de Historia en los institutos de Lerma, Villadiego, Medina de Pomar y Comuneros de Castilla (Burgos), donde empezó a crear todo lo que ha conseguido ahora. Ahora queda un gran equipo que quiere conservar este legado y así se lo prometieron ayer.