Cuatro reyes mexicanos y callejeros

C. MARTÍNEZ / Burgos
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Vatocholo llenó el escenario Diario de Burgos con sus corridos urbanos e inauguró un vermut dominguero con vibra latina. El Festival Tribu continuó haciendo bailar a los burgaleses con el concierto de Miss Bolivia y los ritmos tropicales de A. Theo

El artista emergente Vatocholo en el escenario de los Cuatro Reyes durante el Festival Tribu - Foto: Miguel Ángel Portilla

Cruzando el arco del Ayuntamiento, sin dejarse imponer por los reyes que custodiaban el escenario Diario de Burgos, llegaban los primeros rasgueos de un corrido tumbado y el silbido electrónico de un halcón a eso de las doce y media de la mañana. Eran cuatro jóvenes mariachis urbanos que habían cambiado los sombreros por gafas maquineras, peinados mohicanos y chándal de colores. Una estética reveladora y callejera que daba pistas del estilo musical pero a la vez intrigaba al público, que no sabía qué propuesta podía llegar a escuchar. 

Y sin apenas interrupción entre canción y canción, Vatocholo trajo lo mejor del folklore de Guadalajara, México, mezclado con ritmos modernos y sintetizadores. El cantante admitía con cierta timidez que tenía "un conflicto con escribir los títulos de los corridos", porque no hablaban de héroes pero sí de la vida de los suyos, del amor y del camino. 

Empezó a sonar 'La del rencoroso', 'La del cretino' e incluso una versión de 'Ella baila sola' de Peso Pluma, que encantó al público más joven y alternativo y que también convenció a los burgaleses más veteranos, que admiraron la innovación de la música tradicional mexicana con un toque diferente. Así iba esbozando este artista emergente (acompañado de su guitarrista, un bajista y un mezclador) un perfil que encajó en el festival y que ya ha llamado la atención de cantantes como Dellafuente o Judeline, con los que ha colaborado.

Con un ambiente que rebosaba el paseo del Espolón y ya acostumbrados a los ritmos latinos, los espectadores del Tribu pasaron a la Plaza Mayor, donde se sorprendieron con la arrasadora Miss Bolivia, que se propuso hacer "mover ese mondongo" a los asistentes con una cumbia provocadora y feminista. Viendo de qué iba la vibra del domingo, Rubén, que pertenece al colectivo Gròtesque y que pinchaba con el nombre de A.Theo para cerrar los pases de la mañana, siguió la línea de sonidos tropicales. Los bailes rimaron con el tiempo soleado e incitaron a unos cuantos a seguir de vermut torero para no perder cuerda hasta los conciertos de la tarde.