El triángulo en el que se apoya el teatro

I.L.H. / Burgos
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Molécula Escénica implica a jóvenes y mayores y a la inteligencia artificial en el desarrollo de dos obras que estrenan mañana y pasado. 'Equilátero' es su proyecto con ProBurgos para Burgos 2031

Fran de Benito (i), Violeta Ollauri y Jairo Fuentes integran Molécula Escénica. Actúan en el CAB (mañana) y la sala Pedro Torrecilla (el sábado). - Foto: Alberto Rodrigo

Tres eran tres los protagonistas de Equilátero, el proyecto con el que Molécula Escénica participa con ProBurgos en las actividades de Burgos 2031. Tres son los integrantes de la compañía y tres han sido los 'actores' implicados en su desarrollo:los artistas, la inteligencia artificial y la ciudadanía, centrada en la población joven y la de más edad. «Nos parecía interesante dar voz a ese tipo de público y que se implicaran en el proceso creativo», afirma Fran de Benito, miembro de la compañía junto a Violeta Ollauri y Jairo Fuentes. Y para hacerlo han echado mano de la inteligencia artificial como tercer vértice: «Con esta herramienta abríamos también el debate sobre la creatividad, las ideas originales y las posibilidades de la tecnología», añade. 

En la confección de las dos obras de microteatro que estrenan este fin de semana han participado unas 200 personas, entre jóvenes y mayores. Los adolescentes pertenecen a los institutos San José Artesano, Salesianas, Diego Marín Aguilera, López de Mendoza y Diego Porcelos. Las personas de la tercera edad integran los talleres de teatro de las Aulas María Zambrano y  la Asociación Contra el Cáncer y en los talleres del centro cívico Gamonal Norte y el Espacio Mayor de Capiscol.

«A cada grupo les pedíamos ideas para argumentos y luego con la IA jugábamos a ver qué imagen ofrecían de los personajes o del espacio escénico según cambiábamos los parámetros e incluso qué historia creaban a partir de las ideas originales», explica De Benito.  

A los chavales, desvela, les costaba más crear un argumento «porque buena parte de su ocio carece de él», como ocurre con los vídeos de TikTok, por ejemplo. No obstante con ellos la inteligencia artificial tuvo mayor recorrido y fue un motivo de enganche. En el caso de los mayores, en cambio, resultó más fácil desarrollar las historias y con ambos pudieron comprobar cuáles son los intereses y las demandas de esos sectores del público.

De las muchas ideas que surgieron durante todo el proceso, Molécula Escénica se decantó por las dos historias de media hora a las que ha puesto música el artista alemán Erik Niemietz, que cumple con la vinculación europea que debía tener el proyecto como requisito de ProBurgos para seleccionar las actividades culturales.

La historia escogida de entre los jóvenes es Baby Jaimy, la trama de «una organización que trabaja en las sombras para devolver el esplendor a la música actual, luchando contra los sonidos reguetoneros, el autotune o la vulgaridad». De las propuestas de los mayores han elegido Gloria de su padre, «sobre un personaje histórico del Antiguo Egipto que preferimos no desvelar y del que contamos su biografía de una manera cómica y divertida».

La primera se representa mañana a las 17:30, 18:15 y 19 horas en el CAB. Gloria de su padre se estrena el sábado a las 18, 19 y 20 horas en la sala de exposiciones Pedro Torrecilla de plaza España. Con un aforo limitado a 40 espectadores por pase, las invitaciones hay que solicitarlas a través del correo moleculaescenica@gmail.com.