Siempre amanece en Sarajevo

ALMUDENA SANZ / Burgos
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Sebas Velasco 'mete' en el Museo de Historia de Bosnia-Herzegovina las pinturas inspiradas por la arquitectura, las gentes y la sociedad de la antigua Yugoslavia, su particular musa desde hace justo 10 años

Sebas Velasco, entre dos de los óleos de gran formato que exhibe en esta muestra, que, para él, se encuentra entre las más importantes de su carrera. - Foto: José Delou

Sebas Velasco desconoce el momento exacto en el que comenzó su fascinación por la antigua Yugoslavia, pero sí es consciente de que se ha convertido en su mejor musa. Primero de una manera más inconsciente y después, justo desde hace diez años, de una forma deliberada, con una búsqueda insistente, casi cercana a la obsesión, y no solo en lo artístico.

Esta relación acaba de alcanzar su punto más mágico. El burgalés expone una colección de las pinturas nacidas de esta inspiración en el Museo de Historia de Bosnia-Herzegovina en Sarajevo, que celebra su 80 aniversario. The Morning Will Change Everything mete a la ciudad dentro de la ciudad y convierte al burgalés en el primer pintor español en mostrar su obra en este centro (sí han pasado fotógrafos). 

El artista sitúa esta muestra, que se alarga hasta el 28 de mayo, entre las más importantes de su carrera, quizás la más, su primera individual en un museo. Se reconoce abrumado cuando estos días pasea por las calles y ve los carteles con su nombre en los tranvías o en las paredes. «Sí me da vertiguillo, sí. Es de lo más serio que he hecho nunca», destaca y llama la atención sobre todo el trabajo y el tiempo invertidos hasta llegar a esta meta. 

El proyecto se desató por el interés por aprender español de la embajadora de Bosnia en España, Vesna Andrea Zaimovic. Casualmente, su profesor resultó ser uno de los mejores y más viejos amigos de Velasco. Después de conocer su obra, movió los hilos para abrirla las puertas del museo. Una vez dentro, se lo tuvieron que currar. Y lo hicieron, con su agente, Charlotte Pyatt, a la cabeza, que, tras mucha insistencia, hasta consiguió involucrar a la Embajada Española en Bosnia. 

«Para mí era una oportunidad bonita, exponer los cuadros en el lugar en el que nacieron es una manera de devolver un poco tanta inspiración recibida de Sarajevo y, en general, de los Balcanes». 

Los altos edificios brutalistas con sus ventanas encendidas como luciérnagas de colores en la noche, los tejados de Grbavica al atardecer, la fantasía de Otoka al amanecer, la suave luz de las farolas en Alipašino Polje, la mirada sorprendida y dulce de Agata... Una docena de óleos realizados en los últimos tres años, incluidos los de mayor formato que ha pintado nunca, de casi dos metros por dos metros (195x195 centímetros), apuntala La mañana lo cambiará todo, la traducción al castellano del título, cogido de una mítica canción de Indexi, el grupo de rock psicodélico bosnio que tantas veces suena en su estudio mientras pinta. 

«Tiene un sonido nostálgico que a mí me lleva directamente a los cuadros, a esos ambientes ochenteros, nocturnos, unas noches en las que pueden pasar muchas cosas, pero que a la mañana siguiente se pueden olvidar y ser diferentes. La mañana, el mañana, lo cambiará todo. Puedes leerlo de manera literal o más general y pensar en un futuro optimista». 

Velasco ha huido siempre del individualismo, comparte estudio y murales con otros colegas. Esta filosofía la lleva a Sarajevo. The Morning Will Change Everything se completa con una película de Mario Ilic, un cineasta del país, que muestra los viajes de Velasco a Sarajevo y su trabajo en San Sebastián, donde reside, y una exhibición de fotografía de su compañero de aventuras José de Lou.

«Siempre me han interesado el cine y la fotografía y me apetecía dar al espectador una experiencia más rica, satisfacer su curiosidad sobre cómo surgen los cuadros, qué papel juegan la investigación y los viajes o cuál el estudio, y, en el caso de las fotografías, cómo la mirada de un fotógrafo y un pintor son diferentes aun coincidiendo en los temas, pero también con puntos que las acercan».

Ese afán por colaborar con agentes autóctonos se completa con un programa de actividades de intercambio cultural desarrollado por Manifesto, una plataforma de jóvenes de la ciudad, que incluye un concierto de guitarra española de Jaime Velasco, primo del artista. 

Velasco borra los más de dos mil kilómetros que separan Sarajevo y Burgos con esta exposición, en la que palpita la curiosidad de aquel adolescente que se quedaba maravillado con los altos edificios de Comuneros o se preguntaba qué historias se cocinaban detrás de las fachadas luminosas de Gamonal.