Cumplido el ecuador de la negociación entre la dirección y el comité de empresa de Bridgestone para pactar un expediente de regulación temporal de empleo, el avance ha sido prácticamente nulo. Así lo denunciaron ayer los sindicatos, que la semana pasada requirieron al fabricante de neumáticos información y datos que atestigüen la solicitud del ERTE.
La multinacional se comprometió de nuevo a remitirlos a los representantes de los 2.814 trabajadores (1.455 en Burgos) y solo les transmitió en el encuentro de ayer el problema que se están encontrando con las marcas low cost o de bajo coste. A juicio de la dirección de la firma, tal y como apuntaron ayer los sindicatos, la competencia que están ejerciendo estas compañías está provocando una disminución de sus ventas.
Especialmente gravosa está siendo la afección en cuanto a la reposición se refiere, no tanto a los modelos nuevos que ya incorporan neumáticos Bridgestone sino en los que se emplean como recambios, sobre todo en las medidas más comunes. Insistieron por activa y por pasiva desde Bridgestone que la propuesta de ERTE se circunscribe a causas productivas y no económicas, aunque desde el sindicato BUB alertaron de que el informe técnico que se les remitió recoge la necesidad de «poder adecuar la producción y la plantilla durante todo el 2024 y estar preparado por si la situación no mejora y, en ese caso, tomar medidas más drásticas». De este modo, la organización reclamó a la empresa negociar una cláusula de estabilidad en el empleo, extremo que fue rechazado por la compañía japonesa (...).
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