La multinacional burgalesa Nicolás Correa lidera el proyecto MHAYA (2022-2025), un consorcio de siete fabricantes de máquina herramienta que ha recibido una subvención de 4,5 millones por parte del Centro para el Desarrollo Industrial y Tecnológico (CDTI) sobre un total de 6,7. El objetivo del programa es transformar las máquinas herramienta actuales en centros de producción inteligentes y autónomos capaces de auto adaptarse a las condiciones cambiantes de los procesos y entornos de producción.
De esta forma se pretende dar un salto cualitativo en los niveles de inteligencia de estas máquinas, así como en su adaptabilidad al operario y al resto del entorno de producción. La nueva generación de máquinas que salga de este proyecto tendrá la capacidad de aprender de experiencias anteriores, autoprogramarse o aumentar su productividad. En caso de que se produzcan situaciones no previstas como la rotura de la herramienta, serán capaces de actuar de forma autónoma para evitar daños mayores. Estas acciones no las realizarán de forma independiente, sino imbricándose en una inteligencia colectiva en la empresa, comunicándose con otras máquinas y con los responsables de las distintas etapas del proceso productivo.
Arisa, Danobat, Ibarmia, MTorres, Ona y Zayer son los seis compañeros de viaje de Nicolás Correa. Todos ellos líderes internacionales en soluciones de mecanizado, rectificado, procesos no convencionales y de deformación, con ratios de exportación por encima del 90%, a los que se les une la empresa ATS-Global, proveedor líder de soluciones software para una transformación digital inteligente. Les acompañan como proveedores tecnológicos la Fundación Tecnalia y la Universidad de Burgos.
El proyecto se enmarca en las directrices Industria 5.0 que se abren actualmente camino en Europa. Tiene sus raíces en el concepto de Industria 4.0 desarrollado en las dos primeras décadas de este siglo (máquinas altamente sensorizadas, con una primera inteligencia y conexión a la nube para simular procesos y transferir datos), pero ofreciendo un enfoque más amplio que incluye el protagonismo humano, la sostenibilidad y la resiliencia. La Industria 5.0 tiene como objetivo la innovación responsable, no solo o principalmente dirigida a aumentar la rentabilidad o maximizar los beneficios, sino también a aumentar la prosperidad para todos los implicados: inversores, trabajadores, consumidores, sociedad...