La ciudad amaneció ayer de luto por la muerte de Yago, el niño de 13 años arrollado en un semáforo de la Parte Vieja la tarde del sábado. El joven estaba esperando con su bicicleta en el semáforo que regula el tráfico en dirección al casco urbano para quienes vienen de El Crucero, cuando un coche le embistió a él y a otro vehículo que ya estaba detenido. A pesar de los esfuerzos por reanimarle tanto de los peatones que pasaban por la zona como de los servicios de emergencia, el chico no pudo resistir al violento impacto y murió poco después por las heridas sufridas.
La muerte de Yago ha conmocionado a la sociedad mirandesa y las muestras de dolor fueron constantes durante toda la jornada. Las redes sociales se inundaron rápidamente de mensajes de apoyo a la familia, y el Casco Viejo, club en el que el menor jugaba de portero, publicó una emotiva despedida. «No tenemos palabras ante tanto dolor», aseguraba la entidad deportiva, acompañando el texto con una portería vacía y un crespón negro. Diferentes asociaciones, clubes, instituciones y ciudadanos en general, también se sumaron al pésame colectivo.
Además, se ha convocado una concentración de forma anónima para hoy a las 18.30 horas en el parque Antonio Machado, con el objetivo de rendir un último homenaje a Yago y a la vez reclamar que se haga justicia.
Detención. El conductor del vehículo que arrolló al niño fue detenido tras el suceso y llevado a comisaría para quedar a disposición judicial. Aunque de momento no hay confirmación oficial, fuentes consultadas por este periódico aseguran que arrojó un resultado positivo en la prueba de alcoholemia y que superaba la tasa permitida, por lo que se enfrenta a un posible delito penal. Testigos del suceso también apuntaban a un exceso de velocidad como causa del fatal desenlace.
El accidente se produjo alrededor de las 19.00 horas del sábado en el Casco Histórico.