Los trabajos de desescombro y consolidación de los restos de la viviendas afectadas por el incendio que afectó a las localidades de Santibáñez del Val, Santo Domingo de Silos y Quintanilla del Coco siguen avanzando a buen ritmo, prácticamente están terminados, y desde las administraciones se siguen tramitando las solicitudes de ayudas y dando pasos para poder iniciar la reconstrucción de los inmuebles y en otros levantarlos de nuevo.
En total, hasta la fecha, desde el Ayuntamiento de Santibáñez del Val ya se han tramitado 65 solicitudes de ayuda a la Junta de otros tanto propietarios, mientras que de Santo Domingo de Silos las peticiones son 5 y de Quintanilla del Coco 10. La partida de la Administración regional para estas ayudas asciende hasta un máximo de 2,4 millones de euros, siendo el máximo por vivienda de 130.000 y de 30.000 por los inmuebles considerados anexos. Las ayudas concedidas, en cada caso, se han fijado en función de los metros que figuran en el Catastro y por el tipo de inmueble.
Aunque todavía es previsible que se pueda presentar alguna solicitud más, en el caso de Santibáñez ya que el número de inmuebles afectados es 87, «porque en algunos casos se están haciendo herencias que estaban sin hacer desde abuelos, hemos tenido problemas para justificar la propiedad en varios casos, y en otros, como estaban en ruina previa, no les corresponde ayuda alguna», matiza la alcaldesa de la localidad, Ana García, el grueso de los expedientes ya están presentados y ahora ha llegado el momento de empezar a pensar en la reconstrucción de la zona afectada por las llamas.
En este sentido, la intención municipal y de los propietarios es que sea la asociación de damnificados, que se ha constituido para estar presentes en el procedimiento judicial, la que se encargue de acometer el plan de reconstrucción de las casas y del resto de edificios calcinados. «Vamos a intentar poner de acuerdo a todos los propietarios afectados para contratar todo el plan de reconstrucción de forma conjunta, es decir desde el arquitecto para redactar todos los proyectos de construcción hasta la empresa o empresas que ejecuten las obras», afirma la alcaldesa, quien considera que de esta forma se pueden adelantar los plazos de ejecución y la zona tendrán cierta uniformidad, a la vez que confían en que los costes también se puede reducir de forma considerable al contratar todo de forma conjunta.
«No es lo mismo comprar ladrillos para una casa que para cien y lo que queremos es que una o dos empresas grandes, personalmente me gustaría que fueran las que están desescombrando porque conocen el percal y están sobre el terreno», asegura la alcaldesa, quien recuerda que en estos momentos cada vecino está valorando lo que quiere hacer, «y después esto lo plasmaremos en un plan de reconstrucción de manzanas de casas, de iniciativa privada porque no dependen del Ayuntamiento de Santibáñez, que solo gestiona las autorizaciones».
Poner de acuerdo a todos los propietarios y gestionar, de forma conjunta, la redacción de los proyecto y la ejecución de las obras es, sin duda, un reto que asume la alcaldesa, quien espera que este proyecto sea atractivo para las empresas «porque es una obra grande».
Por lo que respecta a los plazos para la conclusión de los trabajos de desescombro, la alcaidesa declara que está prácticamente finalizados, aunque se está retrasando el final de los mismos porque están a la espera de una empresa especializada para que se haga cargo de la retirada y gestión de los restos de uralita que hay en algunos inmuebles. «Si hubiese llegado esta empresa ya estaban acabados estos trabajos», asegura García, quien confía en que este mes finalice esta intervención.
Al igual que con los propietarios de los inmueble, la intención de la alcaldesa es hacer lo mismo con los dueños del monte afectado por las llamas para proceder a la retirada de la leña o restos de los árboles calcinados. «Al tratarse de un monte privado, con muchos propietarios, vamos a plantear la misma solución y nos vamos a reunir con ellos para conocer su opinión y poner en marcha la mejor fórmula para comenzar a la retirar la leña de forma conjunta porque en caso contrario lo tendrán que hacer por su cuenta cada uno de ellos», afirma García, quien confía en que también en este caso se llegue a un acuerdo para actuar todos los propietarios de los terrenos de forma conjunta.
Hasta ahora, el trabajo de la alcaldesa se ha centrado en buscar solución y ayudas para las viviendas y agricultores, y a partir de este momento ya comienza a pensar en retira la leña quemada. «Vamos a cortar la leña, ya nos hemos puesto en contacto con gente que se dedica a esto, pero nos dicen que una tonelada de leña vale a 280 euros y que por quitarla tenemos que pagar», matiza la alcaldesa, quien espera alcanzar un acuerdo con alguna empresa maderera, «o lo haremos nosotros como si es con voluntarios o pagando a la gente con leña», asegura.
Obras de urbanización. En paralelo a las obras de desescombro y consolidación de los restos de los edificios afectados por el incendio, en la actualidad también se están ejecutando las obras de urbanización de la zona cero, obras que se estaban materializando cuando ocurrió el incendio y que se han retomado ahora. Sobre las mismas, la alcaldesa espera que concluyan en un plazo breve «porque hasta que no estén terminadas no se podrá comenzar la reconstrucción de los inmuebles.
«La actuación en una de las calles, la que estaba en obras cuando se produjo el incendio, la vamos a hacer como estaba proyectada y en la otra calle, la que se quemó, se está haciendo un zanja para meter la tuberías y no vamos a arreglar nada más, de momento, porque no tenemos dinero y lo dejaremos para el año que viene, si sigo en el cargo», afirma la alcaldesa de Santibáñez del Val.